Interpretación de un poema

¿Me podrían interpretar este poema que es lo que quiere decir?
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?
Jaime Sabines

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Las interpretaciones de los poemas son muy, pero que muy, PERSONALES. Para mí lo que Jaime Sabines quiere decir aquí es que una cosa es el amor y otra la vida diaria (piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes). El amor escapa de las contingencias del día a día, o sea, nada tiene que ver con el trabajo o con las necesidades de la vida diaria. Cuando los amantes piensan en el día a día se ven como extraños (me eres ajena como la mujer de otro).
Pero también el poeta dice que hay que ocuparse de los demás, de lo que sucede a nuestro alrededor, que uno no puede encerrarse en la concha del enamoramiento. Por ello su poema acaba diciéndole a ella: Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo.
Y remata con una ironía genial: Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío? Es decir al preocuparme por los otros no hago otra cosa que amarte también a ti; y al contrario: si no me preocupase por ellos, sería imposible amarte a ti, amor mío.
Al menos es así como yo lo veo.

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