¿Está bien este comienzo de novela?
Le advierto que soy novato. Y cuando digo novato me refiero a primerizo, así que si se asusta téngamelo en cuenta jejeje.
Fíjate María, el agua es totalmente cristalina. Casi podemos ver el fondo del mar.
María: ¡Si¡ Es cierto, es precioso. Mira... Mira ves este pez rojizo y ese otro... Y aquel. Carlos la verdad es que con esta brisa en la cara, el reluciente mar azul que nos rodea, un esplendido sol veraniego, disfrutando de los lujos de este magnífico buque y con un príncipe azul como tú aquí a mi lado, siento que no podríamos pedir nada más ¡O al menos yo¡.
Carlos: Tienes razón en todo lo que dices mi amor, salvo en una cuestión…
Carlos era un apasionado de la astrofísica, las ciencias y ferviente lector de montones de artículos sobre las más dispares teoría científicas sobre el universo y todo lo que se relaciona con él. Se trataba de un joven de 1,75 m de altura castaño de pelo y ojos y una bronceada piel. Él y su novia maría se conocieron en una de las típicas fiestas de universitarios cuando Carlos estudiaba física en la universidad de (………) mientras su futura chica estaba matriculada en la universidad de periodismo en (……….). Desde que se conocieron jamás se volverían a separar o al menos esa era la idea de ambos. Lo compartían todo, desde las más cotidianas riñas familiares hasta los secretos más íntimos de sus vidas. Carlos siempre había soñado con un crucero como en el que ahora estaba embarcado, pues el siempre argumentaba `` un crucero es simplemente 7x1, es decir, siete viajes a distintos lugares y sólo pagas el transporte´´, recientemente había sido el cumpleaños de Carlos y María le regalo uno de estos vales con los cuales puedes optar por muchas experiencias como un viaje a Cancún, a la Bahamas, Cruceros por el mediterráneo etc.
Carlos: Yo sí que pediría algo más, aun teniendo un servicio aquí en el barco estupendo, con el que casi sientes el mundo a tus pies, incluso pudiendo ver cada día al caer la tarde una de las puestas de sol más deslumbrantes y preciosas del mundo y aunque por las noches te sientas un espectador más del magnífico teatro de las estrellas en el firmamento. Aún así podría pedir algo más que colapsaría todo lo anterior y es que quería preguntarte algo de gran importancia para mí… ¿quieres casarte con migo?...
El barco comenzó a temblar de repente, uno de los mástiles cayó estrepitosamente sobre la proa del barco, todas las alarmas saltaron los tripulantes del barco corrían despavoridos buscando asustados la causa de aquello.
María: Que está ocurriendo Carlos¡, que sucede, el mar está templado y el viento apenas tiene fuerza¡. Carlos.: No lo entiendo cariño, agárrate fuerte a esta baranda.
Las caras de la gente demostraban la ansiedad y la incertidumbre que se mascaba en el ambiente el barco parecía que iba a zambullirse en el agua en cualquier momento. Una luz cegadora salió de la nada, los rayos tenía un tono amarillento y tonos verdosos, entonces todos cayeron desplomados…
Fíjate María, el agua es totalmente cristalina. Casi podemos ver el fondo del mar.
María: ¡Si¡ Es cierto, es precioso. Mira... Mira ves este pez rojizo y ese otro... Y aquel. Carlos la verdad es que con esta brisa en la cara, el reluciente mar azul que nos rodea, un esplendido sol veraniego, disfrutando de los lujos de este magnífico buque y con un príncipe azul como tú aquí a mi lado, siento que no podríamos pedir nada más ¡O al menos yo¡.
Carlos: Tienes razón en todo lo que dices mi amor, salvo en una cuestión…
Carlos era un apasionado de la astrofísica, las ciencias y ferviente lector de montones de artículos sobre las más dispares teoría científicas sobre el universo y todo lo que se relaciona con él. Se trataba de un joven de 1,75 m de altura castaño de pelo y ojos y una bronceada piel. Él y su novia maría se conocieron en una de las típicas fiestas de universitarios cuando Carlos estudiaba física en la universidad de (………) mientras su futura chica estaba matriculada en la universidad de periodismo en (……….). Desde que se conocieron jamás se volverían a separar o al menos esa era la idea de ambos. Lo compartían todo, desde las más cotidianas riñas familiares hasta los secretos más íntimos de sus vidas. Carlos siempre había soñado con un crucero como en el que ahora estaba embarcado, pues el siempre argumentaba `` un crucero es simplemente 7x1, es decir, siete viajes a distintos lugares y sólo pagas el transporte´´, recientemente había sido el cumpleaños de Carlos y María le regalo uno de estos vales con los cuales puedes optar por muchas experiencias como un viaje a Cancún, a la Bahamas, Cruceros por el mediterráneo etc.
Carlos: Yo sí que pediría algo más, aun teniendo un servicio aquí en el barco estupendo, con el que casi sientes el mundo a tus pies, incluso pudiendo ver cada día al caer la tarde una de las puestas de sol más deslumbrantes y preciosas del mundo y aunque por las noches te sientas un espectador más del magnífico teatro de las estrellas en el firmamento. Aún así podría pedir algo más que colapsaría todo lo anterior y es que quería preguntarte algo de gran importancia para mí… ¿quieres casarte con migo?...
El barco comenzó a temblar de repente, uno de los mástiles cayó estrepitosamente sobre la proa del barco, todas las alarmas saltaron los tripulantes del barco corrían despavoridos buscando asustados la causa de aquello.
María: Que está ocurriendo Carlos¡, que sucede, el mar está templado y el viento apenas tiene fuerza¡. Carlos.: No lo entiendo cariño, agárrate fuerte a esta baranda.
Las caras de la gente demostraban la ansiedad y la incertidumbre que se mascaba en el ambiente el barco parecía que iba a zambullirse en el agua en cualquier momento. Una luz cegadora salió de la nada, los rayos tenía un tono amarillento y tonos verdosos, entonces todos cayeron desplomados…
Respuesta de rimbaudo
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Respuesta de Mar Cantero Sanchez
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