Existen trastornos típicos cuando una persona es víctima de una brujería, aquí veremos algunos de los síntomas que nos pueden indicar que "alguien" le hizo una brujería. El color de la piel de la persona es uno de los rasgos más típicos aunque a veces es muy difícil darse cuenta de eso. Pero si notan un color grisáceo en la piel principalmente del rostro, eso ya es un indicio importantísimo de que "algo" le están haciendo. Miles de problemas. Cuando todo pareciera ir hacia atrás en lugar de ir hacia delante y progresar. Cuando llueven los problemas diariamente, y nada parece tener una solución. Cuando ya no podemos más Mucho cansancio físico y mental. Lo más importante es el cansancio mental, ya que cuando uno es víctima de una brujería para dañarnos, nuestra mente se agota mucho más rápido que nuestro cuerpo, por la lucha interna de energías que se producen en nuestro organismo al luchar inconscientemente contra el intruso. Temblor en las manos. Si bien esto se da solo en algunos casos, es uno de los síntomas que permiten saber que algo raro está pasando. Olvidarse de las cosas. Cuando una brujería está haciéndonos daño, es muy normal que nos olvidemos de las cosas más simples, como el lugar donde se ha dejado determinado objeto o lo que teníamos que hacer al día siguiente. Que las cosas del hogar se rompan constantemente y sin sentido. Esto es algo que ocurre muy seguido, y más que una brujería, en estos casos significa que hay un oscurecido (espíritu maligno) en la casa. Cuando no hay brillo en la mirada. La falta de brillo en los ojos, más el color grisáceo en la piel y a veces temblor en las manos, son claros síntomas de estar siendo poseído por un oscurecido o espíritu maligno. En estos casos se requiere una acción urgente Un alejamiento sorpresivo. Cuando una pareja, por ejemplo, se termina en forma drástica y sin explicaciones lógicas, es en el 90 por ciento de los casos que "alguien" hizo una brujería para separarlos. Si notas estos síntomas cierra la pregunta y abre otra con titulo:para Irene deshacer brujería. Un abrazo