Consejo en compra emisores térmicos.

Quería pedir consejo en relación a una compra que quiero hacer. Tengo pensado comprar unos emisores térmicos para calentar varias estancias de mi piso, salón (25m2), habitación niños (10m2) y dormitorio matrimonio (12m2), he pensado en la marca haverland y el modelo RC-E de 8 elementos, dos para salón, uno para dormitorio niños y dormitorio matrimonio. ¿He estado preguntando y me piden 625? Por cada uno sin instalación. ¿Es un precio razonable?. ¿Consumen mucha luz?. ¿Es una buena marca?.

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Decididamente, el precio que te dan es desorbitado, ya que supera incluso al de las tres marcas de referencia en este mercado: ACESOL, FARHO y DUCASA. En mi opinión, cualquier otro fabricante, como HAVERLAND, sólo es opción de compra si su precio es claramente más ventajoso, y no porque sean marcas objetivamente inferiores, sino por ley de mercado. Para que me entiendas, nadie está dispuesto a pagar por un Seat Ibiza lo mismo o parecido que por un Golf: aunque objetivamente comparten mecánica Volkswagen y muchísimos componentes, pertenecen a distintos segmentos de mercado.
Así que, si contemplas un presupuesto tan elevado, yo te animaría a asegurar el tiro con una de las tres "líderes" a tu criterio personal, proximidad del establecimiento, etc. Lo que sí te recomendiendo es que escojas una gama con programación horaria diaria o semanal, y si dispone de mando a distancia, aún mejor. Después te explicaré los "por qués". En cuanto a una compra más ventajosa por su relación calidad-precio, sin dudarlo SAIVOD, ya que se trata de la misma gama F1 fabricada por ACESOL como segunda marca en exclusiva para el Corte Inglés, y a un precio muy inferior (casi excepcional). Ventajas: El fabricante, la programación horaria, el diseño del cuerpo de aluminio con doble apertura (una ranura superior para crear una barrera térmica delante de la pared o ventana y una ranura oblicua para agilizar la circulación del aire caliente hacia el centro de la habitación), el precio y la garantía de satisfacción o reembolso de El Corte Inglés. Inconvenientes : No tiene mando a distancia.
La única marca que NO RECOMIENDO es FERROLI (ojo, porque muchos aparatos de segundas marcas poco conocidas son de este fabricante). Las dos razones: Su sonda térmica es muy imprecisa, y como las maniobras del aparato están subordinadas en gran medida a la información de la sonda, pues el calentamiento del aparato es igualmente impreciso. En segundo lugar, la consola electrónica está configurada para forzar interrupciones intermitentes en el aparato desde mucho antes de que se alcance la temperatura consignada, por lo que estos aparatos son lentísimos en calentar. Para que te hagas una idea, tardan una media de una hora en elevar 1ºC la temperatura en la habitación, esto es, unas tres horas en pasar de 18ª (modo económico) a 21ª (confort). Vamos, que para cuando empiezas a estar agustito ya es hora de acostarse. Y no es un defecto aislado de un aparato, es que sucede lo mismo con los 5 que tengo en casa.
En cuanto al gasto eléctrico, SÍ, este sistema es más gastón de lo que sus fabricantes pretenden, y no depende tanto de la marca (1000 watios son 1000 watios se llamen Acesol o Haverland) como de dos aspectos fundamentales:
- El dimensionamiento de la instalación : Como calcules a la baja la potencia instalada en alguna habitación, te arruinarás: Al aparato le costará mucho tiempo alcanzar la temperatura de confort y estará funcionando al 100% de su potencia nominal la mayor parte del tiempo, cuando el verdadero sentido de la tecnología de fluido es la reducción progresiva del consumo eléctrico (hasta un 14% en el supuesto más optimista) una vez se alcanza la temperatura de confort en la habitación, gracias a la inercia térmica del fluido calorportador (ya se llame "calor azul", "farhoil", "shell" o ambrosio). Por lo tanto, nos interesa que la temperatura en la habitación se eleve cuanto más rápido mejor, y por eso no hay que temer en calcular un poco al alza los watios instalados (y digo "un poco" porque si exageramos sería igualmente antieconómico). Y sobre la inercia térmica, cada vez se abre paso con más fuerza la idea de que los emisores de fluido no aportan ninguna ventaja en ahorro energético, ya que el menor aporte eléctrico que requieren al final es consecuencia de un aporte inicial muy superior, con respecto a los emisores secos (que además son de respuesta mucho más rápida). Pero esa es otra discusión, y lo cierto es que el mercado de emisores secos es mucho menos maduro (ó son caros ó feos ó las dos cosas).
- El segundo aspecto que influye decisivamente en el gasto eléctrico son los hábitos del usuario: Se puede decir que la temperatura de "confort" (que no significa andar en gallumbos por la casa) es de 21ºC a 23ªC para salón, comedor, estudio y salas de actividades diarias, dos grados menos para dormitorios, pasillos y cocina (es decir, 19ºC-21ºC) y dos grados más para cuarto de baño (23ºC-25ºC). Pues bien, por encima de 21ºC cada grado adicional aumenta el consumo eléctrico un 10%. Por otra parte, también es un lujo caro (y un atentado ecológico) calentar con este sistema habitaciones que no se utilizan de forma continuada, como la cocina, los baños, dormitorio de invitados e incluso el dormitorio habitual durante el día. Otra cosa distinta es la calefacción del pasillo, que debe respaldar las mismas horas de funcionamiento que los aparatos del salón, para que éstos no tengan que trabajar en exceso. Pero también se puede prescindir del emisor en el pasillo si el salón y todas las salas "calientes" que concurren en él disponen de puerta y ésta se mantienen cerrada (para evitar pérdidas de calor hacia el pasillo y, nuevamente, más gasto eléctrico).
Después de mis sobresaltos iniciales con la factura eléctrica, he alcanzado un nivel de gasto razonable ajustando muchísimo horarios y temperatura de funcionamiento: salón-comedor, pasillo y estudio a 21ºC desde una hora antes de mi llegada a casa por la tarde hasta mi hora habitual de ir a dormir (esto es, 18h-24h), resto de horas en modo eco a 18ªC; dormitorio a 19,5 ºC desde una hora antes de ir a dormir hasta la hora que suena el puto despertador (23h-7h), resto del día en modo eco a 18ºC y puerta cerrada (para no robar calor del pasillo entre las 18h y las 23h). Sábados y domingos soy más generoso con las horas de confort pero si, por ejemplo, decidimos pasar el día fuera, pues fuerzo el modo eco permanente en todos los emisores de la casa hasta nuestro regreso. Y este rollo final te lo explico para que entiendas la gran importancia de que el modelo que escojas disponga de programador horario: lo ahorrarás con creces. En cuanto al mando a distancia, aunque no imprescindible, es muy práctico para agilizar tanto la programación inicial como las reprogramaciones posteriores que surjan en función de las necesidades, especialmente si, como en tu caso, son varios los aparatos instalados, ya que hacerlo uno a uno lleva su tiempo.
Ya me dirás cuanto dinero te he ahorrado...

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