Descalcificadores

Vamos a ver, es cierto que hay dos formas de encarar el problema de las incrustaciones, uno es mediante el descalcificador de sal tradicional con sal, que requiere una instalación compleja y mantenimiento mediante la reposición de sal, además del consumo de agua que requiere cada vez que realiza una regeneración. Por otra parte están los anticalcáreos electrónicos que con una sencilla instalación en la entrada de la vivienda, protegerán la misma contra cualquier tipo de incrustación. Estos equipos no tienen ningún tipo de mantenimiento y por tanto son más económicos tanto en el precio de compra, instalación, así como en el mantenimiento.
En el caso de los descalcificadores no es aconsejable beber el agua pues si que retiran la cal del agua, pero aportan una pequeña cantidad de sodio al agua, siendo esta perjudicial para el organismo. En el caso de los anticalcáreos, no modifican en modo alguno la composición química del agua. Por tanto, una cuestión es la solución a los problemas de incrustaciones calcáreas en la vivienda y el otro, tratar el agua para el consumo. Para esto hay otros sistemas más idóneos como filtros o equipos de Ósmosis inversa que se instalan debajo del fregadero y solo se emplean para tratar el agua destinada a consumo.
En resumen, para cada problema hay una solución diferente.