¿Manómetro de presión mal o fuga?
Hace un año, me hicieron una ampliación en mi casa, deje 10 m2 en bruto para hacerme yo el cuarto de baño y lo terminé, únicamente dejé el radiador que puse sin colocar. LLegó el invierno y lo curioso es que el manómetro de presión de la caldera subía siempre un poco, tenia que purgar algún radiador siempre, pero ya no había aire. Lo curioso es que el otoño pasado coloqué el radiador, y ahora es lo contrario, diariamente me baja una o dos rayas el relog. Fugas no hay por que está en primera planta y se notaria algo, coincidió la conexión del radiador con la instalación en la buhardilla de dos purgadores automáticos, pero hasta cerrándolos, continua igual. Que puede ser esto, ¿es el reloj?
Respuesta de tantalio
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Lo normal es que suba un poco la presión al pasar de parado a marcha, tanto por el funcionamiento de la bomba como por el agua caliente.
Si no aprecias ninguna pequeña pérdida, puede ser debido a que tenga algo de aire la instalación, y este al calentarse dentro de las tuberías, aumenta más de presión, y viceversa.
Prueba a purgar bien la instalación, metiendo un poco más de agua en la instalación, abriendo los purgadores automáticos, poniendo la caldera al máximo y cuando estén bien calientes, purgar los radiadores desde los más bajos hacia arriba. Al terminar, si hay exceso de presión, sacarle agua hasta su valor adecuado. Cuando se enfríe, comprueba que no haya ninguna rosca que pierda al contraerse.
Si no aprecias ninguna pequeña pérdida, puede ser debido a que tenga algo de aire la instalación, y este al calentarse dentro de las tuberías, aumenta más de presión, y viceversa.
Prueba a purgar bien la instalación, metiendo un poco más de agua en la instalación, abriendo los purgadores automáticos, poniendo la caldera al máximo y cuando estén bien calientes, purgar los radiadores desde los más bajos hacia arriba. Al terminar, si hay exceso de presión, sacarle agua hasta su valor adecuado. Cuando se enfríe, comprueba que no haya ninguna rosca que pierda al contraerse.
Creo que no me expliqué bien. Me subía la presión antes de instalar el radiador del baño. Dejé en la entrada y salida, unos tapones. Cuando coloqué en el otoño pasado el radiador (que por cierto, no eran de los que iban soldados), quité los tapones y puse el radiador. El problema actual, es que me baja la presión, ya no me sube como antes, que por cierto cuando llené la instalación, me ayudó un amigo y el metía agua, mientras yo purgaba, y le metió casi 3 kilos que casi salta la salida automática. En fin, el caso es que la presión ahora se me baja. No se ve ninguna fuga. En tu respuesta, cuando dices que el aire al calentarse aumenta la presión y viceversa, este viceversa,¿se refiere a que puede bajar?.
Saludos y muchas gracias.
Saludos y muchas gracias.
La instalación no debe tener aire (el aire aumenta más de presión que el agua al calentarse, y al enfriarse produce más DEPRESIÓN).
Haz lo siguiente: Llena la instalación a 2 kilos, y pon la calefacción a funcionar a máxima potencia. Cuando la instalación esté caliente, empieza a purgar los radiadores desde la planta más baja hacia la más alta. Según vayas purgando, comprueba la presión de la caldera y si baja a 1 kilo, vuelve a llenarla a 2 kilos; así hasta que se termine de purgar. Cuando hayas terminado de purgar, pon la presión de la caldera a su presión recomentada según el manual.
Si después te sigue bajando la presión, seguro que hay alguna pequeña fuga que no aprecias (por ejemplo, dentro de la caldera, donde el agua se evapora al poco de salir).
Haz lo siguiente: Llena la instalación a 2 kilos, y pon la calefacción a funcionar a máxima potencia. Cuando la instalación esté caliente, empieza a purgar los radiadores desde la planta más baja hacia la más alta. Según vayas purgando, comprueba la presión de la caldera y si baja a 1 kilo, vuelve a llenarla a 2 kilos; así hasta que se termine de purgar. Cuando hayas terminado de purgar, pon la presión de la caldera a su presión recomentada según el manual.
Si después te sigue bajando la presión, seguro que hay alguna pequeña fuga que no aprecias (por ejemplo, dentro de la caldera, donde el agua se evapora al poco de salir).
