Voy a comprar un terreno que tiene más de 1.000 mcuadrados. Pero no es edificable. ¿Podría poner una casa de esas prefabricadas de las que no se necesita licencia o no?
En primer lugar, debemos tener cuidado con lo de la licencia y las normas que deben cumplir. Una casa es una casa, como cualquier construcción, y el hecho de que sea prefabricada no hace que no sea una construcción, por lo que está sometida a las mismas normas que las casas de construcción "tradicional". Por tanto, si un terreno no es edificable, no puede tener edificación, aunque sea prefabricada. Si vas a mirar más parcelas, ten en cuenta que deberás pedir licencia al ayuntamiento, el cual exigirá un proyecto visado por arquitecto si se trata de una construcción destinada a vivienda, aunque sea prefabricada o segunda residencia. Lo mejor suele ser que la propia empresa de casas prefabricadas te ponga en contacto con un arquitecto con el que suelan colaborar. El ayuntamiento exigirá los mismo requisitos que una vivienda tradicional (que la parcela sea edificable, superficie máxima construida, ocupación de parcela, retiro a lindes y fachada, urbanización del frente de parcela si esta es urbana, seguridad de incendio,...). No dudes en seguir preguntando cualquier cuestión.
Perdona que te moleste, ¿pero podría poner entonces un móvil home de esos que tienen ruedas y no son fijos? Gracias. ¿Y podría construir una piscina?
En el caso que planteas ya es una cuestión de interpretación por parte del técnico municipal, ya que una casa con ruedas ya no constituye un bien inmueble o edificio, ni tampoco una construcción, pero podría considerarlo una autocaravana, y en algunos municipios se restringe su permanencia a zonas habilitadas. Tanto en el caso del móvil home como la piscina, deberá confirmártelo el técnico municipal que lleve urbanismo. Puedes plantear la piscina como balsa de riego, es posible que no te dé problemas. Siento no poder ser más seguro, pero el caso que planteas no lo recoge la norma, estamos jugando con las definiciones, por lo que entramos en el terreno de la interpretación personal, y quien tiene la última palabra será el ayuntamiento.