No existe ningún lugar en el universo que esté fijo y, por tanto, ninguna estrella tiene el privilegio de encontrarse en ese hipotético lugar. De existir tal punto supondría la existencia de un sistema de referencia fijo en el universo que la propia teoría de la relatividad especial de Einstein se encargó de desmentir. Hasta principios del siglo XX se pensaba que tal sistema de referencia debía existir y hasta se le asignaba propiedades materiales, las de una hipotética sustancia sutil que llenaba todo el espacio: el éter. Además el éter debería ser el medio en que se propagaban las ondas de luz, dado que se consideraba imposible que las ondas viajasen en el vacío. La velocidad de la luz tendría que medirse respecto a dicho sistema de referencia fijo. Michelson y Morley diseñaron un experimento legendario para demostrar la existencia del éter y su sistema de referencia fijo asociado: supusieron que como La Tierra se desplaza en el espacio en su movimiento alrededor del sol, la velocidad de un rayo de luz en la dirección del movimiento de La Tierra debería incrementarse con la propia velocidad de La Tierra, de forma que su valor sería superior al de la velocidad de un rayo de luz que viajara en otra dirección, por ejemplo, perpendicularmente a dicho movimiento. Construyeron un interferómetro muy preciso que demostró que ambos valores eran, sin embargo, exactamente iguales. La velocidad de la luz era una constante independiente del sistema de referencia en que se mida. Esto echó por tierra la idea del éter y el sistema de referencia fijo. Partiendo de esta base, Einstein desarrolló su teoría, en la que se demostraba que no existe el movimiento absoluto, porque no existe un sistema fijo con respecto al cual tomar medidas absolutas de espacio recorrido y tiempo invertido, sino que el movimiento siempre es relativo, podemos conocer la velocidad de un móvil respecto del sistema de referencia en que se encuentre un observador y respecto al sistema de referencia en que sencuentre otro y ambos valores serán distintos. Otra forma de ver que no existen puntos fijos en el universo es considerar la expansión del universo. Ésta fue demostrada por Hubble al observar que el movimiento de las galaxias era tal que parecían alejarse de nosotros, como si La Tierra fuera el origen de esa expansión. En realidad, fuera cual fuera el lugar del universo desde el que miráramos parecería eso mismo; no hay un "centro" de expansión. Se puede entender más o menos con una analogía: suponer que las tres dimensiones del espacio que percibimos se reducen a dos en la superficie de un globo; las galaxias serían como manchas puntuales en la goma. Si inflamos poco a poco el globo veremos como, al hincharse la goma, las manchas se separan unas de otras, sin que ninguna de ellas pueda considerarse como centro de expansión. Es verdad que la expansión del universo conduce a suponer que, hubo un momento en el tiempo, hace unos 10 ó 15 mil millones de años, en que toda la masa y espacio del universo estuvieron concentrados en un único punto singular y que una explosión extraordinaria o big-bang fue el comienzo de la expansión universal. Lo que ocurre es que esa singularidad (el centro del globo que se infla) no es localizable en las tres dimensiones que percibimos; de hecho, se ha detectado el "eco" del big-bag, lo que podríamos considerar como los vestigios del "destello" original; pero no proviene de un punto en una dirección concreta del firmamento sino que se trata de una débil radiación de fondo de microondas que procede uniformemente por igual de todos los puntos del firmamento. Espero que esta explicación te haya aclarado la cuestión. No existe el repos
No existe el reposo en el universo: todo se mueve.