Regla de Böhn-Bawerk.

Buenas. Estaba viendo hoy una entrevista al economista Velarde. En ella comenta que en España se debería aplicar la "Regla de Böhn-Bawerk". ¿Podría explicarme en qué consiste dicha regla?
Muchas gracias y un saludo.

2 respuestas

Respuesta
1
Es difícil resumir aquí, teorías económicas muy extensas, pero supongo que (conociendo a Juan Velarde) debe referirise a su declarada lucha contra el intervencionismo del Gobierno en la economía.
No obstante, si quiere leer más en profundidad sobre este autor y sus teorías, te anexo una dirección web donde encontraras más datos y mejor explicados de lo que yo puedad decirte aquí.
Espero que esta respuesta te pueda servir, si tienes más dudas, escríbeme. Saludos.-
http://www.liberalismo.org/articulo/5/58/bohmbawerk/refuta/teoria/explotacion/capitalista/
Respuesta
1
He encontrado esto, no es nada fácil.
En su trabajo Los Rasgos Característicos de la Teoría del Valor Económico
de Bienes (Grundzüge) de 1886, explicaba cómo el valor de los factores en
el proceso de producción está básicamente determinado por la utilidad
marginal que un bien determinado puede tener para aquellos demandantes
que se encuentran justo en el margen más allá del cual se verían
excluidos del proceso de intercambio. Esto es teoría económica de libro
de texto, bien conocida y desarrollada durante lo que se llamó la revolución
marginalista del pensamiento económico. Hay un aspecto importante
de este tipo de teorización que lo distingue de la teoría neoclásica del
equilibrio más convencional. Consiste en tratar explícitamente los mecanismos
que llevan a un determinado equilibrio de mercado. Para una descripción
de tales mecanismos, debe establecerse un supuesto importante.
La economía no puede concebirse de repente como un aparato mecánico
que pueda hacer ajustes directos, ya que los ajustes inmediatos no son
ajustes mecánicos: los primeros no incorporan el concepto de tiempo. De
esta manera deberá apelarse a la cláusula ceteris absentibus en lo que se
refiere a la lentitud de los procesos de ajuste (o simplemente al tiempo).
Mäki considera que las cláusulas ceteris absentibus responden a un proceso
de idealización, ya que dan lugar a aislamientos co-extensos. Pero
parece igualmente justificado afirmar que la condición de ausencia de
tiempo, y por lo tanto de lentitud, de la que hablábamos antes, sirve para
abstraer el resultado del ajuste a partir del proceso de ajuste3. En efecto,
Von Böhm-Bawerk supone que esta condición se cumple en lo que respecta
al valor en los mercados de factores de su teoría sobre el interés,
pero no en su teoría sobre el valor en sí. En el primer caso, está interesado
en las fuentes y el nivel del tipo de interés y no en el proceso particular
que propicia la formación de los precios en los mercados de factores.
En otras palabras, en su teoría sobre el tipo de interés, lo único que
le importa son los resultados del proceso. Abstrae el resultado del proceso
que ha dado lugar al resultado. Es decir, en el primer caso utiliza la
condición de ajustes inmediatos. En el segundo caso, cuando desarrolla
la teoría del valor, lo que le interesa es describir el mecanismo y por ello
no emplea la condición ceteris absentibus. Entonces, ¿cómo es posible
distinguir de forma eficaz entre aislamiento vertical y horizontal en un
caso como éste? Al teorizar en economía, surgen problemas de interpretación
similares referidos a supuestos de que ciertas condiciones deben
cumplirse. Esto es así, por ejemplo, cuando la teoría microeconómica
presupone la divisibilidad infinita de los bienes o la racionalidad del comportamiento
económico. La afirmación de Mäki acerca de que la idealización
ayuda a hacer únicamente aislamientos horizontales se ve puesta
en entredicho por contraejemplos de peso. Las cláusulas de idealización
pueden ser empleadas (y de hecho lo son a menudo) para abstraer detalles
relevantes de entre un mar de detalles y así ayudarnos también a
hacer aislamientos verticales.
La pregunta que se plantea es: ¿Cómo el mismo tipo de cláusulas aislantes
pueden pasar de servir para idealizar, es decir, de ser co-extensas,
a servir para abstraer, o sea, para permitir extensiones mayores?
Mientras que resulta obvio que los aislamientos verticales y horizontales
se diferencian por su extensibilidad, no lo es siempre cuál es el
objetivo que persigue un científico cuando lleva a cabo un aislamiento.
Puede que las excepciones a un resultado predicho deban explicarse
mediante idealización. La condición se emplea entonces para excluir del
modelo las influencias de ciertas variables "perturbadoras": las excepciones
de un teorema (o de una regla) constituyen el explanandum (del
latín, "lo que se quiere explicar"), el aislamiento forma parte del explanans
(Del latín, "lo que se explica") y no hay razón para aumentar la
extensión de la descripción. Pero también puede que las excepciones
observadas formen parte a su vez de un teorema particular derivado de
una nueva teoría. En tal caso, la regla en cuestión forma parte de un teorema
que sirve de explanans del mismo fenómeno que se identificaría
como un conjunto de excepciones si no se hubiese introducido ninguna
teoría (o hipótesis teórica) que explique o prediga el fenómeno. En resumen,
un nuevo teorema puede hacer que las excepciones se vuelvan
ejemplificaciones. La formulación de la cláusula ya no es necesaria para
explicar el fenómeno como un conjunto de excepciones, pero el fenómeno
puede considerarse como una ejemplificación de un nuevo teorema.
Este resultado puede aplicarse a ejemplificaciones pasadas y futuras.
Esto significa, a su vez, que la introducción de condiciones de aislamiento
como la ceteris paribus o la ceteris absentibus puede, en ocasiones,
estar motivada por el deseo de llevar a cabo un aislamiento vertical y de
crear teorías mejores (que a menudo son más unificadoras).
Para demostrar esto, podemos recurrir a otro ejemplo, extraído de la
obra famosa de Von Böhm-Bawerk de 1921, El Capital y el Tipo de Interés
(Kapital und Kapitalzins). En el segundo tomo de la obra, que se titula 'La
Teoría Positiva del Capital' ('Positive Theorie des Kapitales'), Von Böhm-
Bawerk aportó una innovación particularmente controvertida relacionada
con la idea de préstamos. Los economistas de su época habían propuesto
la teoría del uso de los préstamos, que establece que el dinero se entrega
a alguien que, al tomarlo prestado, tiene derecho a usarlo temporalmente
como desee, a cambio de una compensación para el acreedor que es el
interés del préstamo. Pero si ésta fuera la descripción correcta del fenómeno
que consiste en tomar algo prestado, ¿cómo podríamos tomar leña
prestada y usarla?, indicaba Von Böhm-Bawerk. Lo que devolveríamos tras
el periodo de préstamo no podría ser exactamente la misma leña, porque
la habríamos quemado. En su lugar, decía, el deudor adquiere leña de
ahora para intercambiarla por leña del futuro. Su interpretación alternativa
acarrea consecuencias sustanciales. La importancia de esta visión estriba
en que ayudó también a aportar unidad en la (re)descripción de fenómenos
similares, ya que también podía aplicarse a los créditos (e incluso al
mercado de bienes terminados). La existencia del interés debía explicarse
por la diferencia de valor entre bienes presentes y futuros. Dado que la
mayoría de la gente concede menos valor a los bienes futuros que a los
presentes, los que toman prestado estarán dispuestos a ofrecer un número
mayor de unidades de bienes futuros a cambio de un cierto número de
bienes presentes. Esta diferencia en la cantidad de unidades de bienes presentes
respecto a la cantidad de unidades de bienes futuros, tal como se
establece en el mercado de crédito, es el interés.
Von Böhm-Bawerk explicó que las diferentes formas de vida económica
moderna corrían un velo sobre lo que era esencialmente cierto4:
Que el mercado de bienes de subsistencia debía entenderse como un
mercado de intercambio de bienes presentes (bienes terminados) por
bienes futuros (resultados del trabajo). Diferentes detalles, entre otros, el
uso del dinero, mostraron que este hecho era invisible. Lo importante de
su convicción es la creencia de que el investigador debía abstraerse de
detalles concretos para llegar al modelo (o "plano") correcto de los mercados.
La ausencia de todo tipo de detalles debe tomarse como supuesto.
De esta manera, las condiciones ceteris absentibus, necesarias para
crear tales modelos, no sirven sólo para eliminar de la idealización los
detalles inútiles, sino también para unificar la teoría. Así pues, mediante
este proceso, se incrementa considerablemente la extensión de la descripción
de los mercados.
La conclusión a la que esto nos conduce es que lo que técnicamente
hablando debería ser idealización puede servir para alcanzar los mismos
objetivos que la abstracción. La consecuencia destacable es que el que
las prácticas de idealización hagan que aumente o no la extensión de las
variables incluidas depende de si la teoría que está en el trasfondo permite
o no que los fenómenos sean ejemplificaciones de ella. Si no lo permite,
el científico debe tratarlos como contraejemplos que necesitan una
explicación fuera de la teoría, es decir, como "influencias perturbadoras".
La introducción de cláusulas ceteris paribus o ceteris absentibus
representan una solución en tales casos. Por otra parte, si lo permite, los
fenómenos son simplemente no excepcionales (y no pertubadores), ya
que pueden incluirse en las descripciones comprendidas por el modelo
ideal. En tal caso, la cláusula sirve para abstraer de la realidad, es decir,
para hacer que aumente la extensión de su descripción más allá de una
realidad determinada. Ayuda a construir un modelo.

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