Tengo un husky de 2.5 meses, siempre esta mordiendo mis manos y pies. ¿Cómo elimino esa conducta?

Tengo un cachorrito de 2 meses y medio de la raza husky. El problema es que le gusta mucho morder las manos y los pies, trato de reprenderlo diciendo un firme no y dándole toques en el cuello pero eso parece alentarlo mas. Al principio no era un problema pero ahora la fuerza de su mordida y el filo en sus colmillos nos lastima. No veo que sea una actitud de agresividad, al principio pensaba que era por jugar pero ahora creo que quizás sea que quiere ser macho alfa.

Otro problema es que si esta comiendo algo no puedes ni acercarte a su alimento porque lo defiende a capa y espada, no podemos ni tocarlo porque actúa de forma muy agresiva. Ya me ha mordido varias ocasiones hasta lastimarlos.

Y si no es mucho abusar de su tiempo, me interesa adiestrar a mi mascota en cosas como sentarse, acostarse, donde ir al baño, caminar con correa y ese tipo de cosas pero no se a que edad es ideal para eso.

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Morder es parte del juego del cachorro, así que no podrías eliminar esa conducta porque forma parte del desarrollo del perrito. Cuando están con el resto de la camada y su madre, aprender a morder sin apretar tanto, para que no duela, eso es lo máximo que podríamos conseguir. Hay que tener en cuenta que los cachorros tienen los dientes muy pequeños y finos, así que aunque no apretaran, hacen daño, tanto en los muebles como en las manos, pies, tobillos... lo que pillen, porque son como agujas, se clavan en cualquier parte.

La forma correcta de enseñar que hace daño es acabar el "juego" tajante y rotundamente en el momento en que haga daño porque ha apretado más de la cuenta. Habría que decir NO e ignorar POR COMPLETO al perro. No hablarle, no mirarle, no acariciarle... Si puede ser, le dejas en el suelo, o en otra parte de la casa (pero que no pueda seguirte, porque entenderá que el juego ahora es la persecución) y subes los pies en alto, para que no pueda interaccionar ni con tus pies.

Si tienes un transportín, lo puedes encerrar en un transportín hasta que se calme, y una vez calmado, lo puedes sacar.

Cualquier otra interacción (darle toques en el cuello, hablarle...) lo entendería como una continuación del juego.

Se puede empezar a adiestrar ya, cuanto más jóvenes es más fácil porque tienen más ganas de jugar, así que se puede tener el entrenamiento como parte del juego.

Pero primero habría que controlar los problemas que te puede causar por dominancia. Que defienda la comida es un signo de jerarquía, los perros sumisos deben aceptar que sus superiores les quiten la comida si quieren. Unas pautas sencillas para demostrarle al perro quién es el superior consisten en comer antes que él, no mirarle mientras come, entrar y salir de todas partes antes que el perro, no rodear al perro si está en el medio de algún sitio, sino empujarlo (obviamente, con suavidad, pero que él note que lo estás apartando).

Esto unido a entrenamiento de obediencia podrá hacer de tu perro un animal que tenga clara su posición jerárquica en la familia y evitará conflictos.

Abusando de tu confianza, me gustaría saber que puedes aconsejarme para empezar el adiestramiento, si es necesario o útil el utilizar alimento como premio, y si puedes aconsejarme con que ejercicios puedo empezar primero. Dentro de los problema que tengo identificados ademas del de defender su alimento al grado de ser agresivo. también es que no sale de casa, si intento llevarlo a pasear al parque caminando por la calle siempre se para en los limites del patio y se regresa, no se si es por inseguridad. Otra cosa es que si ya logre sacarlo de casa el mes sigue a donde yo me dirija, pero si le pongo correa se niega a seguir caminando y empieza a morderla. Y algo que me parece prioritario es hacer que utilice el sitio específicamente preparado para que haga sus necesidades fisiológicas. en ocasiones lo hace bien y se le premia con ovaciones y carias por eso, pero la mayoría de las veces termina haciéndolo en donde sea.

He estado buscando un libro que tengo que explica bien los ejercicios básicos que se pueden hacer y cómo hacerlos correctamente (lleva su tiempo explicarlo todo, y además es más indicado que te lo explique un adiestrador, que es un profesional que se dedica a ello y tiene más conocimiento sobre el tema que un veterinario). Se llama Adiestramiento canino cognitivo emocional. Tiene una parte que es un nivel avanzado pero también explica los ejercicios de obediencia básica.

La comida es un incentivo muy bueno para practicar los ejercicios de adiestramiento. Pero te recomiendo que si usas comida como incentivo o premio, recortes su dosis de pienso diario, para evitar que engorde demasiado. También puede funcionar como premio un juguete que le guste mucho, aunque por comodidad, si el perro es comilón, la comida funciona perfectamente (siempre será más fácil que obedezca si tiene un poquito de hambre, porque le resultará más interesante el premio).

Para que asocie la correa a algo normal, se la puedes poner en casa mientras juegas con él. Si muerde la correa dejas de jugar, si no le hace caso, juegas, o le ofreces comida. Pónsela y quítasela a ratos, para que se acostumbre a estar con ella.

Para que haga sus necesidades en el sitio que elijamos nosotros, te explico una serie de recomendaciones:

Los momentos en que más estimulación para orinar va a tener van a ser después de comer y beber, cuando se levanta y después de jugar. Hay que aprovechar esos momentos predecibles para enseñarle el lugar adecuado.
Antes de salir a la calle:
Si lo hace en la zona de la casa donde queremos que lo haga, lo podemos premiar (comida, caricias).
Si lo hace en otro sitio, limpiamos e ignoramos.
Cuando ya salga a la calle:
La primera vez que lo haga en la calle puede recibir un premio muy grande (comida muy apetitosa, mucha alegría, muchas caricias).
Cuando lo haga en el sitio adecuado, le premiamos en ese momento con caricias, “BIEN”, y un premio de comida (un trozo de comida como la uña del meñique). Poco a poco retirar los premios de comida y darlos a veces sí, a veces no.
Si se aguanta hasta llegar a casa: cuando estemos llegando a casa, hacemos el amago de entrar en casa, y volvemos a la calle. Podemos repetirlo varias veces hasta que lo haga en la calle. Si lo hace en la calle, darle un premio grande.
No volver a casa inmediatamente después de que haya hecho sus necesidades, para que no asocie hacer sus necesidades con volver a casa (porque entonces no querrá hacerlo para que no se acabe el paseo).

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