Conducta posesiva
Hola, quisiera consultarle porque me encuentro con el siguiente problema. Tengo 40 años, al igual que mi esposa, y soy padre de tres hijos, dos mujeres de 15 y 10 años y un varón de 11 años. Hace 16 años que estoy casado y a pesar de haber hecho varias consultas con profesionales me cuesta poder controlar los celos y la conducta posesiva de mi esposa. El tema pasa porque yo siento que la confianza de ella hacia mi decrece cada día más. Por ejemplo, llama a mi trabajo y yo no contesto el teléfono porque asisto a alguna reunión (soy analista de sistemas), y consulta con todos mis compañeros acerca de qué hago, con quien estoy, etc., etc.
Cuando la llamo comienzas su cuestionamientos de porque tengo que ir a reuniones, si hay mujeres, etc., etc., y cuando regreso a casa, nuevamente comienza con sus preguntas inquisitivas; siento como que quiere estar al tanto de todo cuanto pasa en mi trabajo y cuando le explico que es así como es mi trabajo pareciera que no lo entiende. Confieso nunca haber tenido ninguna aventura con nadie del trabajo o fuera de él. A veces pienso que han influenciado sus padres para tener una conducta así, puesto que vivió, siendo niña, la infidelidad, desconfianza y peleas de ellos, ya que su padre tuvo un hijo extramatrimonial al igual que su madre (cosa que se enteró hace 2 años). Quizás pueda contribuir yo, ya que siento que no soy muy locuaz con temas relativos a su familia o a su trabajo. Yo amo la lectura de libros y ella la odia, aunque es maestra de primaria y nunca leo en mi casa sino camino a mi trabajo, en el tren; me gusta ver documentales de TV y ella sostiene que es una perdida de tiempo; me gusta encontrarme 1 vez al año con mis compañeros de secundaria y ella imagina que busco aventuras ; el médico me recomendó que hiciera ejercicio y a pesar de que en el lugar en el que trabajo hay un gimnasio ella no quiere porque hay mujeres, aunque sin que ella lo sepa yo voy igual A veces es tanta la presión que siento, que prefiero no decírselas para no crear un conflicto, que encima si se produce, no tiene reparos en comenzar a gritar delante de los niños, aunque muchas veces le dije que ellos no tienen porque soportar nuestros enojos por la angustia que esto les genera. En nuestras discusiones yo rara vez grito, prefiero escuchar y no responder, lo que me parece la pone más "loca". Ahora, aunque suene risueño, tenemos un distanciamiento porque le comente que mi camisa estaba manchada en la espalda, a la altura de la cintura, y me dijo que la mancha es de lápiz labial, que no es el de ella y que tampoco es pintura ni grasa. En verdad no se qué decirle o ya como actuar con este tipo de situaciones porque me parece que yo, también, cada vez tengo menos ganas de convivir de este modo. Percibo que hago las cosas para ella no se ponga de malhumor aunque a mi me disguste y siento que no soy yo. Quisiera y agradezco un consejo para ver cómo puedo manejar esta situación así sin llegar a extremos.
Cuando la llamo comienzas su cuestionamientos de porque tengo que ir a reuniones, si hay mujeres, etc., etc., y cuando regreso a casa, nuevamente comienza con sus preguntas inquisitivas; siento como que quiere estar al tanto de todo cuanto pasa en mi trabajo y cuando le explico que es así como es mi trabajo pareciera que no lo entiende. Confieso nunca haber tenido ninguna aventura con nadie del trabajo o fuera de él. A veces pienso que han influenciado sus padres para tener una conducta así, puesto que vivió, siendo niña, la infidelidad, desconfianza y peleas de ellos, ya que su padre tuvo un hijo extramatrimonial al igual que su madre (cosa que se enteró hace 2 años). Quizás pueda contribuir yo, ya que siento que no soy muy locuaz con temas relativos a su familia o a su trabajo. Yo amo la lectura de libros y ella la odia, aunque es maestra de primaria y nunca leo en mi casa sino camino a mi trabajo, en el tren; me gusta ver documentales de TV y ella sostiene que es una perdida de tiempo; me gusta encontrarme 1 vez al año con mis compañeros de secundaria y ella imagina que busco aventuras ; el médico me recomendó que hiciera ejercicio y a pesar de que en el lugar en el que trabajo hay un gimnasio ella no quiere porque hay mujeres, aunque sin que ella lo sepa yo voy igual A veces es tanta la presión que siento, que prefiero no decírselas para no crear un conflicto, que encima si se produce, no tiene reparos en comenzar a gritar delante de los niños, aunque muchas veces le dije que ellos no tienen porque soportar nuestros enojos por la angustia que esto les genera. En nuestras discusiones yo rara vez grito, prefiero escuchar y no responder, lo que me parece la pone más "loca". Ahora, aunque suene risueño, tenemos un distanciamiento porque le comente que mi camisa estaba manchada en la espalda, a la altura de la cintura, y me dijo que la mancha es de lápiz labial, que no es el de ella y que tampoco es pintura ni grasa. En verdad no se qué decirle o ya como actuar con este tipo de situaciones porque me parece que yo, también, cada vez tengo menos ganas de convivir de este modo. Percibo que hago las cosas para ella no se ponga de malhumor aunque a mi me disguste y siento que no soy yo. Quisiera y agradezco un consejo para ver cómo puedo manejar esta situación así sin llegar a extremos.
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