Niña caprichosa con las comidas

Mi hija de 4 años ha sido siempre muy problemática a la hora de comer. Desde un tiempo atrás estamos intentando que mejore su conducta en las comidas pero no ha servido de nada. La hora de comer, sobre todo a medio día, es para ella como un castigo y ni siquiera prueba las comidas y se pone a llorar y a dar un poco el espectáculo. Estamos desesperados, hemos probado no reñirle y volverle a poner el mismo plato en la merienda, cena... Y se acuesta sin probar bocao, la hemos tenido castigada sin nada... Y no come, hemos pasado de ella sin ni siquiera ponerle el plato... Y la mujer más feliz del mundo, por ultimo hemos intentado que coma cuando quiera y eso ha hecho, comer cuando ha habido algo que le encante. Tengo totalmente asumido que no come por capricho y no por falta de apetito, porque lo que quiere se lo come bien. Hasta le hemos dado un jarabe de apetito y como si nada. ¿Qué hago? He pensado en darle algún complemento vitamínico, por lo menos para mi tranquilidad. Solamente no le permitimos que llore en la mesa. ¿Qué consejo me das?
Respuesta
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El tema de darle un complejo vitamínico lo deberías consultar con el pediatra.
Has hecho una buena distinción: no es un problema de apetito, cuando le gusta come bien, luego es un problema de terquedad. Lo principal es no darle importancia, porque parece que la niña utiliza la tensión que genera para llamar la atención, os ha cogido el punto por el que teneros pendientes, y está encantada.
Intenta reducir tensiones no poniéndole comidas que deteste especialmente, y procura ir hacia la zona neutra: comidas que generalmente son suaves y le gustan a todos los niños, aunque tu hija por el momento lo rechace. Involúcrala en el momento de preparar la comida, que te ayude, que colabore en su medida, haciendo de la comida un acto lúdico, algo con lo que se juega, es agradable y de lo que luego se disfruta. También es conveniente que hagas atractiva la presentación: por ejemplo, si tienes puré con salchichas, haz 2 pegotes de puré de ojos con un poquito de salsa de tomate en el centro, la salchicha de nariz y una sonrisa de tomate, algo que haga que la niña deje su foco de atención en provocaros y se centre en otro aspecto de la comida.
No le sirvas grandes cantidades, y si no quiere comer en su momento, tiene un rato en la cocina para acabar. Si no lo toma ni un gesto, como si no te dieras cuenta, pero no le ofrezcas otra cosa. Afortunadamente los niños no se mueren de hambre, son más listos que todo eso. Cuando consiga hacer una comida de las complicadas bien, entonces sí es el momento de premiarla con una cena con su plato preferido, pero tampoco como un premio, como si fuera algo natural.
Lo de ponerle lo mismo para comer y cenar no suele dar mucho resultado, así que actúa como si no te afectara en absoluto (ya sé que es difícil), y cuando vea que no la hacéis caso con su actitud, y que no tiene otro tipo de comidas, empezará poco a poco a comer un poquito mejor. Ten paciencia, porque es cuestión de tiempo
Te deseo mucha suerte.

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