Mi hija no quiere cenar

¿Qué percentil de talla y peso tiene?

Ahora pesa 11 kilos y mide 80 centímetros. Su pediatra siempre me dice que no me preocupe porque está bien pero viéndola al lado de niños de su edad e incluso menores se la ve pequeña. Hasta los 6 meses iba muy bien, por encima de su peso y talla hasta que a esa edad le quité el pecho y desde ahí hasta ahora la cosa a peor.

La razón de que la veas pequeña en comparación con otros niños de su edad es porque en talla tiene el percentil 18, es decir, de cien niños cogidos al azar de su misma edad sólo 17 serían más bajitos que ella. El peso, en cambio, está en el percentil 35, más cercano al 50, que sería el percentil medio (de 100 niños... ella tendría 34 más delgados que ella). Todos los valores están dentro de lo normal, como te ha dicho tu pediatra, pues los niños con problemas en el crecimiento suelen situarse en un percentil mucho más inferior (3, o menos aún, por debajo de las tablas).
Ahora bien, como estés preocupada y obsesionada con ello, tu hija se dará cuenta y empezará a "pillarte" con la comida (a obtener tu atención negándose a comer, o exigiendo que se lo des tú...). Para evitarlo, empieza por dejar de presionarla para que cene otra cosa, dale el biberón con cereales. A la vez, procurar cenar juntos, de manera que ella pueda si quiere sentarse y comer algo de lo que haya, y si no esperar a su biberón. Si se sienta a la mesa con vosotros, atenderla, ponerle algo en el plato si quiere, y dejarle que coma lo que quiera, poco o mucho. Te aseguro que la mejor forma de conseguir inculcar unos buanos hábitos en la comida es esto. Una rutina para comer, si es juntos mejor, que coma ella sola aunque se manche, y que coma la cantidad que quiera.

Ella ya cenaba bien incluso muy bien antes. Pienso que darle un biberón en vez de su cena es ir un paso atrás, ¿estoy equivocada? ¿Es normal que ahora no quiera cenar o que no quiera lo que le pongo de cena? Porque incluso con cosas que a ella siempre le han gustado ahora no las quiere comer. ¿Y yo procuro que no note mi preocupación con su peso pero igual puede que lo capte igualmente de cualquier forma? Y sí que pide que le de la cena yo pero igualmente no se la come. No hace ni por probarla. Solo conseguimos que coma una cucharada si le damos algo a cambio pero creo que no es la forma más adecuada y no hacemos bien. Incluso a veces se le ha castigado en su habitación hasta que quiera cenar y se ha dormido. Me podrías decir si hacemos bien o no. O que podemos hacer. Muchas gracias por tu explicación.

Tienes razón. Con esos nuevos datos que das, no sería buena idea volver al biberón.
1) Todo apunta a que vuestra hijita os está "controlando" usando la comida, pues se ha dado cuenta de la enorme importancia que tiene para vosotros. Es normal, forma parte de su crecimiento aprender a tener control sobre su entorno y alrededor de los dos años es cuando se hacen evidentes sus intentos, ..., por algo la llaman la edad del "No".
Pensad en la cantidad de atención (positiva o negativa, da igual) que recibe cuando no quiere cenar. Esa atención tiene que cesar o de lo contrario su comportamiento tampoco cesará. La atención de los padres es, con mucho, el mayor reforzador de los niños pequeños. Por eso, es más eficaz ignorar, aparentar que no nos preocupa la cantidad que coma, que confiamos en que su cuerpo se autoregulará. Y es que, con este ciclo en el que estáis, la autoregulación de su cuerpo se trastorna y cada vez comerá menos, y cada vez la comida se irá convirtiendo en El Problema.
2) Cuando hablo de autoregulación me refiero a que un niño debe aprender a comer no todo lo que le pongan sino hasta que se sienta lleno, y no excesivamente lleno. Debe aprender a diferenciar cuando siente hambre y cuando no. Y todos estos aprendizajes discrimininativos los hace durante las comidas, cada comida es un ensayo de aprendizaje. Hay niños a los que se les enseña a comerse todo lo del plato, aunque se sientan llenos, y paulatinamente se les va incrementando la ración, y ello la terminan toda, como se les ha enseñado,... eso puede generar problemas de obesidad de adultos, por ejemplo. En los trastornos alimentarios, por ejemplo, la comida ha sido usada para el control, bien por parte de los padres, bien por parte del niño.
3) Pero estáis muy a tiempo para ponerle remedio: sentaros a cenar, ponerle su plato, y hablad de algo aparentando tranquilidad; cuando diga que no quiere le decís que bueno, que si no tiene hambre no lo coma (al principio, no decirle "si no quieres no comas" sino "si no tienes hambre no comas"), y seguís cenando; después, aunque ella no haya probado bocado le retiráis el plato, le ponéis un vaso de leche, y lo mismo. Es duro para vosotros pero piensa que realmente no le va a pasar nada por estar unos días sin cenar, y sin embargo sí le puede afectar a su crecimiento que la comida se convierta en el gran problema de la familia. Cuando en alguna cena empiece a comer algo del plato (debéis fomentar siempre, siempre, que coma sola), inmediatamente le atendéis, pero ¡Ojo! No diciéndole lo contentos que estáis por que coma sino hablándole de alguna cosa, preguntándole algo, recordando alguna cosa que haya hecho en el día, es decir, prestándole atención pero sin involucrar la comida.
4) El proceder general que debéis tener siempre (durante toda su infancia) en torno a la comida, para que todo vaya bien y la niña coma de todo y en cantidad adecuada, es el siguiente: dejar que ella se regule, permitiéndole comer la cantidad que quiera, irle ofreciendo sabores y texturas variadas sin forzarle, no castigar ni premiar por comer mucho o poco o por comerse todo, y no acostumbrarla a comer entre horas ni a comer mucho dulce. Es más fácil conseguir todo esto si se cena juntos; al poco tiempo los padres se tranquilizan cuando ven que, efectivamente, su hija se alimenta bien y va comiendo de todo y en cantidad adecuada, y las comidas son un momento de disfrute para todos.
Con la edad que tiene, si sois constantes y lo hacéis bien (reforzando e ignorando adecuadamente), frenareis el problema en poco tiempo y reconduciréis la comida hacia un camino mejor; pensad que precisamente por ser este tema tan importante para vosotros, debéis conseguir un buen aprendizaje.