Irregularidad en cálculo de consumos
De sobra es conocido por todos el relevante aumento de todas las tarifas que, por los servicios de gas, luz y agua, se repercuten a los consumidores; no obstante, quizá pasan más desapercibidas las fórmulas cambiantes que se utilizan para el cómputo de conversión de las unidades de medida de dichos servicios.
Me explico: En el caso concreto del gas natural, la compañía del mismo nombre, en sus facturas del mes de Noviembre considera que la conversión de m3 a Kwh se calcula en función de multiplicar los m3 por la cantidad de 11,268; sin embargo, en las facturas de Enero, dicha regla de conversión fluctúa hasta los 11,34.
Es decir, en Noviembre, un m3 equivalía a 11,268 Kwh; pero, en Enero, el mismo m3 equivale a 11,34 Kwh. Toda explicación dada por la compañía pasa por el efecto de la mecánica cuántica y el movimiento de las placas tectónicas.
Y Aquí es donde surge el país de las hadas, o más bien de los bandoleros, puesto que no sólo sube el coste del consumo real, sino que, increíblemente, la unidad de medida para efectuar la conversión de valores también resulta una variable de libre albedrío.
Así pues, como consecuencia de este hecho, sólo pueden surgir dos únicas cuestiones: O las unidades de medida de la cultura humana son un fiasco y, por tanto, una milla ya no equivale a 1,6 km, ni un m3 equivale a 1000 litros, ni un minuto se compone de 60 segundos y, ni siquiera, el número Pi equivale a 3,1416; o, por el contrario, lo que se pone unívocamente de manifiesto es que, en este país, lo que no tiene medida es el expolio al que se somete a las personas honradas por parte de las élites económicas dominantes.