(xxxxxx), está muy bien que digas que estás un poco cansada de la situación que presentas y yo te diría que aproveches para aprender.
Esto es lo que pasa cuando uno hace lo que le apetece o interesa y no lo que es mejor. Si uno hace lo que le apetece o interesa en una relación y, como dices, "se entrega", no crece en el amor generoso y tampoco ayuda a la otra persona. Sólo se alimentan durante un tiempo los intereses mutuos, aunque sean diferentes y cuando se terminó el interés, se terminó la relación.
No eches la culpa a nadie, sino que aprende de tu parte. Nada de "entregarte" de nuevo hasta un posible matrimonio. El enamoramiento o primera atracción, es como un aviso, que necesita ir creciendo con voluntad en el amor de verdad, el de buscar el bien real del otro, no el interés personal. Uno tiene que encaminarse a tener una vida generosa (abajo te dejo la dirección de un blog), ayudar también a las otra persona a lo mismo, y en ese camino, y desde la generosidad, es cuando podríais ver si podéis casaros y entonces, con esta decisión de la voluntad (porque los sentimientos son volubles) y la ayuda del sacramento es cuando únicamente podría tener lugar una entrega real, por supuesto, sin reservarte nada, y abierta a la vida, ya que si no, no es tal.
Por supuesto que el actuar bien "espantará" a muchos de los que iban a salir corriendo a los dos días, ya que no hay nada que ponga las cosas tan en su sitio como el actuar bien. Y, por supuesto, que tú siempre, con buena intención hacia la otra persona, que esté con otra mentalidad, nada de tomártelo personalmente, desde tus intereses. Esto no es fácil hacerlo ya que los intereses personales tiran mucho, y sólo si vas trabajando el amor generoso, el pensar en el bien del otro, podrás hacerlo. Piensa que, aunque esto no pudiera agradar o interesar a alguien, le hace un bien, que ahí queda; a lo mejor lo recoge pasados unos años, por ejemplo, o, por lo menos, tú habrías hecho tu parte, y no daño como harías si antepusieses tus intereses al bien de la otra persona.
Da gracias de haber aprendido. Puedes hacer mucho bien.
Un saludo.
Ana Vázquez
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