Mi pareja me ignora, la quiero y está rara, extraña, irónica e hiriente. Estoy confundida

No se trata de buscarlo para ti, solamente, sino de hacer todo aquello, que sea bueno en sí mismo, que se encamine a hacerle el bien, sin esperar nada para ti (esto último tiene que ser una decisión de la voluntad para así ir depurando auténticamente la intención). De este modo, ante cualquier respuesta que te surja por parte de él, incluso si te rechaza como novia o como persona, tu forma de actuar seguirá de la misma forma, superando así la prueba y queriendo decir que tu decisión de quererlo es auténtica y no que te dejas llevar por tus intereses (como orgullo herido y demás).
La forma de actuar es: 1. Siempre con conductas correctas en sí mismas. Si sois novios, nada por ejemplo de lo que corresponda a la vida de matrimonio hasta que éste pudiera llegar. Las conductas que no son buenas en sí mismas siempre hablan de que los intereses propios están por encima del amor.
2.- Buena intención hacia el otro (u otros si fuera una situación con más personas) de verdad, e intentarlo en cada nuevo resultado, que ya no depende de ti. Lo contrario sería que te dejases llevar por tus intereses, y ante una respuesta por tu orgullo herido, por ejemplo, todos estos muy malos consejeros. El único buen consejero es el amor de verdad, que no quiere nada para sí, y para hacer esto hay que decidirlo con la voluntad e ir poniéndolo en práctica.
Si ves que por el bien de él tienes que llamarlo, hazlo, pero ya te digo, sigue respondiendo bien ante cualquier respuesta, y nada de actuar mal (eso sería siempre engañoso). Te recomiendo una cierta preparación previa para pensar en lo que vas a hacer y sobre todo por qué lo vas a hacer, el objetivo, intentando liberarte de tus intereses. Luego, no está mal, que dentro de la generosidad pueda estar el continuar juntos como novios o quizá en un futuro como matrimonio, pero tendría que ser, de forma deseable, que tú te encamines al mayor bien de la humanidad, ayudes a él a lo mismo, y en ese camino, os sintáis llamados a tener un proyecto de vida en común. Entonces sería una relación desde la generosidad, no desde el egoísmo.
Confía en los efectos de actuar bien, sobre todo de lo que más cuesta. Están asegurados aunque no sea lo que más apetezca. Si, por ejemplo, crees que tienes que llamarlo, hazlo; si él responde mal y tú sigues respondiendo bien, seguro que le haces mucho bien.