Anónimo
Mi marido y su relación con el dinero
Primero de todo, gracias por su atención. Mi consulta es sobre mi marido, no sé si es que yo soy muy rígida con el tema del dinero o es él, que es muy despreocupado. La cuestión es que llevamos 12 años casados. Hemos tenido momentos de abundancia económica y de apuros económicos (de éstos últimos más). El caso es que mi relación con el dinero no es como la de mi marido. Yo he tenido siempre una educación muy rígida y aunque en casa siempre íbamos muy justos, aprendimos a ahorrar y a gastar lo estrictamente necesario desde pequeñitos (tanto mis hermanos como yo).
Mi marido se ha educado en otro ambiente. En su casa cuando había dinero se gastaba a mansalva y cuando no lo había se dejaban de pagar las cosas o se pedía por ahí. Eso para mí es inconcebible. Durante un tiempo lo pasamos bastante mal económicamente y yo creí que eso podría hacerle cambiar, pero no ha sido así. El caso es que no tenemos nada ahorrado, nunca hemos conseguido ahorrar nada.
Hasta ahora trabajábamos los dos, pero con la crisis, yo perdí mi trabajo. Me han ofrecido un buen trabajo para el gobierno, pero estas cosas van muy lentas. Hasta ahora yo cobraba el paro, pero sabíamos que cuando se acabase tendríamos problemas económicos. Justamente se me acabó el paro en julio, por lo cual desde entonces sólo contamos con los ingresos de mi marido, que son insuficientes. Pues cuando llegó agosto, mi marido se empeñó en ir de vacaciones. Lo habíamos hablado, habíamos planificado las vacaciones para quedarnos en casa, habíamos comprado comida extra y habíamos planeado ir a excursiones y a parques de atracciones que nos quedan cerca. Pero no fue así, su hermana le dijo que se marchaba de vacaciones y que si queríamos ir con ellos. Yo le dije que nos gastaríamos un dinero que luego nos haría falta y que ya teníamos todas las vacaciones planeadas. Pues no hubo manera de convencerlo. Tuvimos que ir de vacaciones una semana y evidentemente nos gastamos un dinero que no podíamos. Al llegar a casa nos esperaban las facturas y tuvimos una discusión. Pues no hay manera de que admita que no debimos gastarnos ese dinero. Según él, nos hubiésemos gastado lo mismo quedándonos aquí.
Para colmo, como yo soy administrativa, siempre me he encargado yo de vigilar las cuentas, hacer la previsión de los pagos e ingresar en los bancos. Mi marido no se desentiende de todo, porqué va mirando como va todo, pero se toma las cosas más a la ligera. Yo ya no sé que hacer, no sé cómo hacerle entender que hay que guardar dinero para cuando no lo haya. Que, a veces, hay gastos extras. Que no se puede ir a cenar o comer por ahí todos los fines de semana...
He pensado en dejarle a él solo que se haga cargo de las cuentas. Que vaya a los bancos, que haga la previsión de pagos y que se las apañe como pueda. Pero no sé si es esto lo que debería hacer.
Mi marido tiene 41 años y yo 34. Sé que no es tan perfeccionista ni tan organizado como yo, pero creo que eso no debería influir en el valor que se le debe dar al dinero.
¿Me puede aconsejar que puedo hacer? ¿Cómo lo hago para que se conciencie de una vez y podamos vivir mejor?
Estoy desesperada y cansada de las constantes discusiones, siempre por este tema. Por todo lo demás estoy encantada con mi marido, nos queremos, no tenemos problemas, excepto éste.
Muchas gracias por su atención.
Mi marido se ha educado en otro ambiente. En su casa cuando había dinero se gastaba a mansalva y cuando no lo había se dejaban de pagar las cosas o se pedía por ahí. Eso para mí es inconcebible. Durante un tiempo lo pasamos bastante mal económicamente y yo creí que eso podría hacerle cambiar, pero no ha sido así. El caso es que no tenemos nada ahorrado, nunca hemos conseguido ahorrar nada.
Hasta ahora trabajábamos los dos, pero con la crisis, yo perdí mi trabajo. Me han ofrecido un buen trabajo para el gobierno, pero estas cosas van muy lentas. Hasta ahora yo cobraba el paro, pero sabíamos que cuando se acabase tendríamos problemas económicos. Justamente se me acabó el paro en julio, por lo cual desde entonces sólo contamos con los ingresos de mi marido, que son insuficientes. Pues cuando llegó agosto, mi marido se empeñó en ir de vacaciones. Lo habíamos hablado, habíamos planificado las vacaciones para quedarnos en casa, habíamos comprado comida extra y habíamos planeado ir a excursiones y a parques de atracciones que nos quedan cerca. Pero no fue así, su hermana le dijo que se marchaba de vacaciones y que si queríamos ir con ellos. Yo le dije que nos gastaríamos un dinero que luego nos haría falta y que ya teníamos todas las vacaciones planeadas. Pues no hubo manera de convencerlo. Tuvimos que ir de vacaciones una semana y evidentemente nos gastamos un dinero que no podíamos. Al llegar a casa nos esperaban las facturas y tuvimos una discusión. Pues no hay manera de que admita que no debimos gastarnos ese dinero. Según él, nos hubiésemos gastado lo mismo quedándonos aquí.
Para colmo, como yo soy administrativa, siempre me he encargado yo de vigilar las cuentas, hacer la previsión de los pagos e ingresar en los bancos. Mi marido no se desentiende de todo, porqué va mirando como va todo, pero se toma las cosas más a la ligera. Yo ya no sé que hacer, no sé cómo hacerle entender que hay que guardar dinero para cuando no lo haya. Que, a veces, hay gastos extras. Que no se puede ir a cenar o comer por ahí todos los fines de semana...
He pensado en dejarle a él solo que se haga cargo de las cuentas. Que vaya a los bancos, que haga la previsión de pagos y que se las apañe como pueda. Pero no sé si es esto lo que debería hacer.
Mi marido tiene 41 años y yo 34. Sé que no es tan perfeccionista ni tan organizado como yo, pero creo que eso no debería influir en el valor que se le debe dar al dinero.
¿Me puede aconsejar que puedo hacer? ¿Cómo lo hago para que se conciencie de una vez y podamos vivir mejor?
Estoy desesperada y cansada de las constantes discusiones, siempre por este tema. Por todo lo demás estoy encantada con mi marido, nos queremos, no tenemos problemas, excepto éste.
Muchas gracias por su atención.
Respuesta de virgi2
1
Primero decirte, que mujer precavida vale por dos, posteriormente, explicarte, que variar dicha aptitud de tu marido, va a ser muy difícil, por lo que a ti te toca la parte más fea de vuestra convivencia.
La manera de afrontar dicho problema, está claro, que es hacer que tu pareja vea la situación, por lo que hay que dialogarlo muy serenamente y explicarle lo que motiva mayores problemas en vuestra relación.
Éste dialogo ha de entablarse de manera tranquila, de forma amigable, sin interrupciones, por lo que procura que no haya menores alrededor que que estéis en plena intimidad, muéstrate siempre amigable, sin gritar, sin recriminarle ni reprochar nada, no se trata de regañar a nadie, sino de que entienda la gravedad del problema, le pides que te escuche, le expones vuestra situación y le das la libreta para que él vaya escribiendo lo siguiente:
Primero, cógete las facturas fijas mensuales, el préstamo hipotecario, el del coche, y algún pequeño préstamo personal que se suele tener una cuota, a parte el de la luz y el del agua, a éstos se les suma la parte proporcional de los seguros de manera mensual y los de la contribución catastral del hogar, más los de la comunidad vecinal sin olvidarnos el permiso de todos los años de circulación del coche, más la gasolina, todo ésto que los vaya él anotando en un papel, a su vez, dile que sume los gastos, ya sean escolares y de alimentación de todos los componentes de la familia, posteriormente dile que los sume y que los compare, con el sueldo que él gane.
Explícale, que si seguís viviendo con lo que no tenéis, aumentaréis vuestro problema económico el cual, a su vez, afectará en la de pareja y por supuesto por defecto a vuestros hijos.
Si éste método lo le hace reaccionar, está claro que hay que tomar otras medidas, que es ir ahorrando como se pueda sin que él se entere.
La manera de hacerlo es, que, cuando hagas la compra, dile, que en vez de costarte 20 euros, te ha costado 30 y así en todo, piensa que él ha recibido dicha educación errónea y que hacerlo cambiar te va a costar muchos quebraderos de cabeza, por lo que tú has de ser la precursora del ahorro familiar, con o sin su conocimiento, cuando lleves un tiempo ahorrando, puedes enseñarle la cantidad y explicarle que lo has hecho para proteger la economía familiar y evitar males mayores.
Lo que está claro es que debes de luchar y ser constante en que abra tu marido los ojos para que se dé cuenta de la realidad, siempre con diálogo de forma cariñosa, no con imposiciones y posteriormente si no funciona, ahorra lo que puedas por tu cuenta, éste último consejo no es el más adecuado, pero yo lo hice y resultó, ya que con él se ha podido ir toda mi familia de vacaciones éste verano, cuando pagué con el dinero ahorrado, mi marido se sorprendió, pero a su vez lo agradeció enormemente ya que sin éste dinero nos hubiéramos tenido que quedar en la ciudad, ahora él todos los meses está ahorrando una pequeña cantidad y está siendo más cuidadoso con las compras ya que mira hasta los precios.
Un abrazo y que tengas mucha suerte, ya sabes dónde encontrarme, por favor, puntúa la respuesta ya que con ello ayudas a que todos estemos aquí. Virgi2.
La manera de afrontar dicho problema, está claro, que es hacer que tu pareja vea la situación, por lo que hay que dialogarlo muy serenamente y explicarle lo que motiva mayores problemas en vuestra relación.
Éste dialogo ha de entablarse de manera tranquila, de forma amigable, sin interrupciones, por lo que procura que no haya menores alrededor que que estéis en plena intimidad, muéstrate siempre amigable, sin gritar, sin recriminarle ni reprochar nada, no se trata de regañar a nadie, sino de que entienda la gravedad del problema, le pides que te escuche, le expones vuestra situación y le das la libreta para que él vaya escribiendo lo siguiente:
Primero, cógete las facturas fijas mensuales, el préstamo hipotecario, el del coche, y algún pequeño préstamo personal que se suele tener una cuota, a parte el de la luz y el del agua, a éstos se les suma la parte proporcional de los seguros de manera mensual y los de la contribución catastral del hogar, más los de la comunidad vecinal sin olvidarnos el permiso de todos los años de circulación del coche, más la gasolina, todo ésto que los vaya él anotando en un papel, a su vez, dile que sume los gastos, ya sean escolares y de alimentación de todos los componentes de la familia, posteriormente dile que los sume y que los compare, con el sueldo que él gane.
Explícale, que si seguís viviendo con lo que no tenéis, aumentaréis vuestro problema económico el cual, a su vez, afectará en la de pareja y por supuesto por defecto a vuestros hijos.
Si éste método lo le hace reaccionar, está claro que hay que tomar otras medidas, que es ir ahorrando como se pueda sin que él se entere.
La manera de hacerlo es, que, cuando hagas la compra, dile, que en vez de costarte 20 euros, te ha costado 30 y así en todo, piensa que él ha recibido dicha educación errónea y que hacerlo cambiar te va a costar muchos quebraderos de cabeza, por lo que tú has de ser la precursora del ahorro familiar, con o sin su conocimiento, cuando lleves un tiempo ahorrando, puedes enseñarle la cantidad y explicarle que lo has hecho para proteger la economía familiar y evitar males mayores.
Lo que está claro es que debes de luchar y ser constante en que abra tu marido los ojos para que se dé cuenta de la realidad, siempre con diálogo de forma cariñosa, no con imposiciones y posteriormente si no funciona, ahorra lo que puedas por tu cuenta, éste último consejo no es el más adecuado, pero yo lo hice y resultó, ya que con él se ha podido ir toda mi familia de vacaciones éste verano, cuando pagué con el dinero ahorrado, mi marido se sorprendió, pero a su vez lo agradeció enormemente ya que sin éste dinero nos hubiéramos tenido que quedar en la ciudad, ahora él todos los meses está ahorrando una pequeña cantidad y está siendo más cuidadoso con las compras ya que mira hasta los precios.
Un abrazo y que tengas mucha suerte, ya sabes dónde encontrarme, por favor, puntúa la respuesta ya que con ello ayudas a que todos estemos aquí. Virgi2.