Contratación de un hijo

Depende del objetivo final de la contratación.
Hay que pensar en variables como posible enfermedad, cotización a la seguridad social, la legalidad laboral...
Piense que en cualquier momento puede recibir la visita de un inspector de trabajo, cuya principal misión es la de velar por el correcto proceder de los empresarios en materia de derecho laboral. Si el inspector detectase la presencia de personal no contratado, podría iniciar diligencias administrativas contra el empresario.
Del mismo modo, si mañana se accidentase y no se encontrase en estado activo dentro del régimen de la seguridad social, no tendría derecho a indemnización, y al no haber cotizado tampoco derecho a paro ni subsidio por desempleo.
El régimen en el que encuadrarlo, depende de la carga de responsabilidad que la empresa quiera plasmarle. Un autónomo se paga su propia cotización, y únicamente responde por sí mismo (puede negarse a cooperar con la empresa), mientras que el contratado admite unas cláusulas que lo vinculan específicamente con la empresa en los términos en los que haya sido contratado.
El personal asalariado es todo aquel cuya nómina es declarada administrativamente, ésto es, existe constancia fehaciente de su retribución (principalmente en hacienda). Por contra el personal no asalariado es aquel que pese a encontrarse vinculado con una empresa, renuncia (acogiéndose a figuras legalmente definidas) a su contribución económica ( y no a toda, sino a aquella en la que la propia ley reguladora establece ), por ejemplo los voluntarios de ONG's, los cooperantes internacionales no retribuidos...