Ante todo debe ser consciente de que una empresa de nueva creación suele ser de pequeño tamaño y que esta característica conlleva debilidades, pero también fortalezas para la misma.
Los problemas asociados a las denominadas "microempresas" están implícitos en su propia definición. A saber:
a) están subcapitalizadas;
b) carecen de una financiación adecuada;
c) dependen en exceso de las ayudas públicas;
d) carecen de una organización adecuada (síndrome del "hombre-orquesta");
e) No tienen peso en el mercado, ni como vendedores ni como compradores, teniendo una posición débil frente a la competencia y frente a los suministradores.
Pero lo que constituye su debilidad también puede ser el origen de su fuerza:
a) no deben rendir cuenta a socios ni inversores;
b) por su reducido tamaño tienen unas necesidades financieras limitadas;
c) la Administración se vuelca en apoyarlas para fomentar el autoempleo; además, obtienen ventajas fiscales y pueden simplificar sus obligaciones frente a los Organismos Públicos;
d) no tienen el lastre de una estructura "pesada"; permiten un estilo de dirección democrático y los empleados se sienten plenamente integrados en el proyecto de empresa;
e) Por su reducido tamaño pueden sacar ventaja de nichos de mercado que no resultan rentables para las empresas de mayor tamaño; son más flexibles en sus negociaciones con clientes y proveedores; tienen costes más reducidos y, por tanto, pueden desarrollar una política de precios y descuentos más agresiva; pueden ofrecer una relación precio-calidad-servicio mucho mejor que la de otras empresas mayores.
Por otra parte, antes de iniciar cualquier actividad empresarial es imprescindible desarrollar un Plan de Negocio con el mayor detalle y amplitud posibles.
Plan de negocio
La elaboración de un Plan de Negocio (PdN) resulta indispensable para la puesta en marcha de cualquier empresa, independientemente del sector de actividad y del volumen de partida del negocio. El PdN debería realizarlo el propio emprendedor o empresario, incluyendo en el mismo, como mínimo, los siguientes aspectos:
- Definición general del negocio (producto o servicio, mercado potencial, fuentes de financiación iniciales, objetivos a corto y medio/largo plazo).
- Análisis del mercado potencial (quién, dónde, cómo, cuando y cuanto).
- Análisis de la competencia (quién, dónde, cómo, cuando y cuanto).
- Análisis operativo (experiencia en el sector, definición de procesos y procedimientos, fuentes o recursos de aprovisionamiento, localización física de la empresa, entorno físico y legal).
- Definición del equipo gestor (organigrama básico, atribución de responsabilidades, análisis de habilidades).
- Análisis prospectivo (previsión de ventas a corto plazo - un ejercicio económico - y a largo plazo - tres ejercicios económicos -; previsión de costes; previsión de márgenes/beneficios; análisis de sensibilidad).
- Análisis financiero (Cuenta de Explotación Previsional, a corto y largo plazo; Previsión de Tesorería, a corto y largo plazo; Capitalización; Financiación Ajena, a corto y largo plazo).
- Análisis de Riesgos y Ventajas (puntos débiles-amenazas y puntos fuertes-oportunidades - es lo que se denomina método DAFO).
Evidentemente, el emprendedor o empresario puede buscar la ayuda y el asesoramiento de un profesional de su confianza. Sin embargo, el PdN descansa sobre el trabajo fundamental del propio emprendedor que es quien tiene la idea de negocio y quien deberá desarrollarla en la práctica. En cuanto a los honorarios que un profesional pueda percibir por este trabajo variarán en función de la complejidad del estudio y de la dedicación necesaria para su desarrollo.
Ayudas y subvenciones
En cuanto a estos conceptos no cabe una respuesta genérica. Es necesario estudiar cada caso particular, conociendo a fondo el negocio y en referencia a la zona geográfica (Comunidad Autónoma, Provincia y/o Municipio) en la que éste se vaya a desarrollar. En este aspecto creo que sí resulta indispensable el asesoramiento de un experto.
PRÉSTAMOS I.C.O.
Cabe un comentario similar al del punto anterior y, en cualquier caso, se requiere la intervención de un asesor experto.
Asesoramiento contable-fiscal
Ciertamente, una vez puesta en marcha la empresa o negocio, las labores contables y administrativas deberían desarrollarse en el seno de la propia empresa por parte de una persona contratada al efecto, contando con el asesoramiento externo de un profesional de confianza. En cuanto a las gestiones fiscales periódicas (liquidaciones trimestrales y anuales) deberían ser desarrolladas por la misma persona, contando asimismo con asesoramiento externo. Finalmente, el único tema que creo que debe encargarse totalmente fuera del seno de la empresa, por tratarse de una pequeña empresa, es la gestión de nóminas y contratos, dada la complejidad y variabilidad de la normativa laboral.
A efectos de preparar su PdN resulta útil disponer de un libro de consulta. En esa línea, recomiendo un libro pequeño de formato pero de gran interés y utilidad:
Cómo desarrollar un Plan de Negocios
Brian Finch
Colección "Nuevos emprendedores"
Editorial Gedisa, S.A.
Barcelona, 2002
En cuanto a instituciones que pueden apoyar u orientar al nuevo empresario, además de la Cámara de Comercio, éste puede dirigirse, entre otras, a:
- CEPYME (www.cepyme.es)
- Confederación Española de Jóvenes Empresarios (www.ceaje.es)
- Dirección General de la PYME (www.impi.es)
Asimismo, puede recabar orientación en los Colegios Profesionales (Abogados, Economistas y Gestores Administrativos)
Espero que estas observaciones extraídas de mi práctica diaria como consultor y auditor le resulten de utilidad. No dude en ponerse en contacto conmigo para cualquier ampliación o para resolver nuevas dudas. ¿Para ello puede utilizar este foro? ¿Formulando una nueva pregunta? O bien enviarme un e-mail a
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P.D.: Le agradecería que valorase mi respuesta. De esta forma puedo orientar las que dé en el futuro y mejorar continuadamente en mi participación en este foro.