Buen precio o un buen servicio

No se puede decir que una de las dos estrategias sea la correcta, sino que dependerá sobre todo del tipo de producto que vendas y de tus posibilidades como empresarios.
Si vendes un producto basado en el precio, la clave serán las economías de escala. Es decir, debes comprar y vender masivamente.
Si te basas en el servicio antes que en el precio, deberás poder ofrecer algo que añada valor a tus productos o servicios y que los haga únicos y especiales.
Normalmente como pequeño empresario conviene más la segunda opción por una serie de cuestiones:
- Si tu producto es de venta masiva, por muchas economías de escala que hagas no podrás competir con las grandes empresas que pueden comprar de manera masiva o ofrecer servicios masivamente.
- Si te basas en un precio bajo y venta masiva, debes valorar si te será posible absorber todo el volumen de trabajo que necesitarás para alcanzar la facturación propuesta.
Para darte un ejemplo: si vendes un servicio que cuesta 5 euros ¿cuántos servicios tienen que hacer para ganarte tu salario, pagar el local, etc? ¿Darías abasto para hacer, digamos 5000 servicios al mes?
Por contra si tu producto cuesta 1000 euros, vendiendo 5 al mes podrías cumplir tus objetivos. Tal vez te sea más viable esta opción, aunque para encontrar clientes que paguen este cantidad deberás ofrecer no sólo un mejor servicio, sino que tu servicio tenga características únicas especialmente valiosas para tus clientes.
En resumen, como pequeña empresa te conviene más apostar por calidad y un servicio diferenciado. En cualquier caso siempre viene bien que hagas el cálculo sobre cuantos servicios tienes que vender para alcanzar tus objetivos de facturación y estimar si esto realmente es viable teniendo en cuenta el tiempo y los medios de los que dispones.