Con tu permiso me gustaría responderte.
También pasé por tu situación desde los diecisiete hasta los dieciocho años. Igual que tu, tuve durante muchos años sobrepeso tanto con nueve años como con trece/catorce (media 1,72 y pesaba unos 90 Kilos), ahora peso 68 Kilos y mido 1,78.
Lo primero a considerar dentro de mi ignorancia es el color de la sangre, que indica -normalmente- el origen de la misma. Quizá esto ya lo sepas pero es esencial matizarlo. Si es de color marrón oscuro, la sangre procede del estómago o bien del intestino delgado (se suele denominar de forma vulgar 'sangre digerida'). En caso de que la sangre tenga un color rojo o rojizo, procederá del colon/intestino grueso, o del recto.
Pienso que lo segundo que debes hacer, sino incluso lo primero, es pedir cita a tu médico de cabecera, plantearle la situación y que te proporcione un pase a un medico/especialista digestivo. Tambien puedes acudir a un médico privado especialista en aparato digestivo si te es posible y lo prefieres. La morragia, podría estar debida a una o varias úlceras localizadas en el intestino delgado, intestino grueso (colitis) o recto, es la opción más obvia, pero no hay nada seguro, ni debes preocuparte, porque atendiéndolo a tiempo no es nada peligroso.
Los maréos y la fatiga son muy normales, ocurre porque la perdida de sangre está disminuyendo de forma rápida tus niveles de hierro, puedes pedir una analítica pero esto es seguro, porque a todos los que hemos tenido una hemorragia prolongada o abundante nos ha ocurrido. Puedes tomar hierro en viales (Ferplex), de venta en farmacias, para recuperar hierro, así como antiinflamatorios como Mesalacina y Entocord que reduzcan y paren la hemorragia, el detalle es que debe ser un especialista el que diagnostique el cuadro y te diga que medicación debes tomar, y no hacerlo nunca en base a la propuesta que haga una persona no cualificada.
El tragar goma de borrar o chicle, no es malo (que yo sepa), ni tampoco bueno desde luego. Quizás una diata rica en salsas picantes o un exceso de 'chucherías' (caramelos, gominolas, frutos secos), pueda estar relacionado, aunque es muy importante considerar, que la colitis ulcerosa (inflamación/ulceración de colon/intestino grueso), y el Crohn (inflamación del intentino delgado), son padecimientos sin origen establecido o determinado, es decir, que no suele existir una causa concreta, se especula con que en un gran número de casos, tiene su origen por un mal funcionamiento del sistema inmunitario (las mismas defensas atacan al cuerpo), tambien se dice que el desancadenante es a veces hereditario, en resumen, aún no se conoce a ciencia cierta porqué motivo se desencadena una colitis o enfermedad de Crohn.
Si lo deseas, antes de acudir al médico, toma dos infusiones diarias de Zahareña, se trata de una hierba con funciones cicatrizantes, y muy beneficiosa para la digestion, no es tan eficaz como un medicamento, pero es segro que con constancia puede ayudar a reducir el sangrado. La puedes comprar en herboristerías, y es algo completamente natural. Su preparación es idéntica a una manzanilla por ejemplo. Puedes tomar una infusión (un vaso), por la mañana antes de desayunar, y una segunda infusión tras la cena, antes de acostarte. Si quieres hazlo durante diez días y comentame si notas una mejora.
Tambien pienso que, en paralelo, deberías retirar de tu almentación, momentáneamente y por seguridad, las bebidas carbonatadas (sobre todo el café y Coca Cola), las salsas, la leche (puedes tomar yogures para sustituirla), verduras, y frutos secos. Tampoco deberías tomar nada de alcohol y tabaco, por descontado, a pesar de que en la colitis, el tabaco a veces mejora los sintomas según la persona. Son restricciones importantes y costosas, pero hacerlo ahora puede redundar en una notable mejoría. De todas formas, creo que no debes esperar más de diez/quince días máximo para acudir al médico, y ese ya puede ser demasiado tiempo, considera que en estos casos a veces el tiempo es en verdad oro, y un mes o cuarenta días, puede llegar a determinar (en los casos más extremos), que un posible empeoramiento deje secuelas leves o moderadas. Casi siempre es mejor prevenir que lamentar. Mucha suerte y ánimo.