Bebe con pie valgo

Mamá ansiosa:

Ante todo decirle que yo soy fisioterapeuta y en modo alguno quiero contradecir el criterio de su ortopeda, tan sólo es mi sensación, ya que tampoco puedo ver a su hija.

Hacer radiografías por una posible alteración podal a una nena de dos años, me parece bastante alarmista, ya que aún el pie es muy remodelable simplemente con la actividad normal que es la marcha, que habrá comenzado realizar no hace mucho. Quiero imaginar que usted no había notado nada en los pies de su hija y que caminaba con normalidad. En tal caso, hablar de un pie valgo (plano) es absurdo, ya que todos los niños tienden a tener un pie de esas características, y el arco plantar se va formando con el tiempo, pero desde luego no hay niños con el arco plantar formado a los dos años. Por eso no entiendo ese diagnóstico, a no ser que sea un pie tan valgo y plano que la niña pudiera caminar mal o fuera muy torpe por esa causa; pero intuyo que eso no es así en este caso.

No creo que exista relación alguna entre una displasia de cadera -que además, como dice, prácticamente ni existió- y una pie valgo, y menos a esta edad tan temprana, en que no da tiempo a hacer compensaciones entre unas partes y otras del cuerpo.

Mi consejo es que busque una segunda opinión con respecto a estos problemas, ya que mi sensación, como le digo, es que el tratamiento tiene una orientación bastante "alarmista", digamos. Si otro colega dice lo mismo, pues tal vez entonces sí pueda tener razón este ortopeda. (Repito que sin poder ver a la niña me es imposible tener un criterio formado).

El pie valgo se produce cuando se da una desviación lateral del talón pudiendo ir asociado al pie plano. Se caracteriza por un descenso de la bóveda y un desplazamiento de cargas hacia la zona medial del pie.
Sus causas son muy variadas:
Debilidad de los ligamentos plantares, que son incapaces de mantener la correcta posición del pie
Compensación del talón de una mala posición del antepié
Insuficiencias musculares que no mantengan bien alineado el talón
La desviación del talón en valgo provoca que todo el pie quede mal alineado y que diversos músculos de la pierna traten de compensar esa mala posición, lo que les provocará sobrecargas y lesiones, como tenosinovitis del tibial posterior.
Tanto en el pie plano como en el pie valgo la mala alineación del pie puede dar lugar a la aparición de metatarsalgias, találgias, fascitis y deformidades óseas como juanetes, dedos en garra, etc.

El tratamiento dependerá del tipo de pie valgo y del grado en que se encuentre. Yo comenzaría por poner un calzado que sujete firmemente el pie (tipo bota por encima del tobillo) y con ejercicios de fortalecimiento de los músculos plantares (cosquillitas desde los dedos hacia el talón, con el fin de que la nena encoja sus deditos. Junto con ésto, el ortopedista le hará unas plantillas adaptadas para que la pisada sea correcta.

Es conveniente comenzar el tratamiento cuanto antes para evitar posibles complicaciones tanto musculares como articulares.

A tu primera pregunta, creo que sí que desde ya deberíamos ponernos en manos de un profesional que revise la situación de las caderas de la niña. Según la situación real en la que nos encontremos valoraremos si es conveniente empezar ahora mismo o darle un tiempo para que termine de desarrollar los huesos.
A tu segunda pregunta en relación con si puede suceder que el médico te haya dicho una cosa y luego sea otra, pues que quieres que te diga, me estás pidiendo que desde la distancia valore si tu médico nunca se equivoca o si puede equivocarse. Bueno, no le conozco, pero supongo que se podrá equivocar.
Si le han mandado una RX, yo se la haría a ver qué tenemos exactamente y a partir de hay ponernos en manos de un profesional de confianza y hacerle caso.