Dolor en el pie

Me metí en tu caso porque me resultó interesante. Espero poder ayudarte y, sino, al menos poder orientarte. Sabrás que la medicina, tanto occidental como oriental, basa sus prescripciones en el diagnóstico físico del paciente. Es decir, en persona. Y por supuesto en cuanto a la medicina alternativa, es tanto más difícil, pues no tiene las bases justamente en la prescripción de remedios.
En fin, una larga introducción, tal vez, sólo para pre-justificarme si es que no doy con la causa. Tengo que contarte que otra característica de la medicina alternativa es que basa su teoría alrededor de la afirmación de que un mismo dolor o dolencia puede tener su raíz en causas totalmente diferentes cada vez. Por eso a continuación te hago yo una serie de preguntas:
Qué edad tenés; qué tipo de actividad realizás (si hacés deporte, cuál, si trabajás, de qué).
También quiero que me digas si estás yendo normalmente al baño, si estás durmiendo bien y si, a tu criterio, estás comiendo bien.
Si todo esto es descartado, quiero que te mires en un espejo, de cuerpo entero, y te pares lo más recto posible. Luego me indicarás cuán derecho te ves, o si te ves ligeramente torcido hacia uno u otro lado.
Decime por último cuánta tensión estás sintiendo últimamente sobre el hombro (sé que no preguntaste sobre el hombro, pero respóndeme eso) y que le asignes tu dolor a una consecuencia emocional reciente. Es decir, si yo te dijera que tu dolor es causado por una situación emocional, tendrías que probar acertar a cuál de todas.

Hola (no sé cómo te llamas)
He leído atentamente todo cuanto me dices y me parece muy interésate, a lo que te correspondo dándote las gracias, pero hay algo que no has mencionado, y es precisamente el motivo de la dolencia. Te cuento:
Como el dolor persistía, fui al podólogo, me examinó el pie y al tocarme con sus dedos se alarmó porque decía que tenía los huesos fatal en esa zona. Me mandó unas radiografías, y de camino me arregló y limó las uñas, y al llegar al dedo gordo me molestaba bastante... Con unas pinzas separó un poco la uña de la carne y me metió una hila de algodón, y me dijo que volviera cuando me hiciera las radiografías. Me fui a casa, y a la mañana siguiente me levanté sin ninguna molestia, y ni siquiera fui a hacerme las radiografías. La dolencia consistía en que la uña se clavaba un poco en la carne, y para evitar el dolor yo doblaba un poco el pie al caminar y me producía dolor en la parte opuesta, posiblemente en un tendón.
Vuelvo a reiterar mi agradecimiento, y he contestado para que los demás conozcan mi caso por si alguna vez les ocurre algo similar. Gracias