Tengo miedo de mi misma... Prefiero la fantasía

No se como salir del estado en que estoy, antes alguna vez me había sentido mal pero no al extremo en el que estoy ahora y había sido capaz de sacarme de eso. Ahora no se como hacerlo... Me están pasando cosas muy raras.
Casi siempre me siento con ganas de llorar y eso me hace preferir estar dormida (ademas que casi siempre me siento cansada y con un ligero dolor de cabeza), tengo un trabajo pero casi voy por obligación, incluso algunas veces me siento obligada a ir a unas clases que antes me relajaban (no siempre por suerte algunas veces todavía tienen ese efecto). Es como si odiara todo lo que forma mi vida... Todo lo que hago no me gusta. Y cuando estoy así me vienen a la cabeza cosas que me gustaría hacer o haber hecho y cosas que me pasaron... Que pensé ya había superado.
Yo trato de disimular cuando estoy alrededor de gente como mi familia, pero a veces ya no puedo hacerlo muy bien, por lo que últimamente prefiero estar sola... Son pocas las personas con las que estoy tranquila. Pero lo peor viene cuando estoy sola que es cuando escucho como voces que me impulsan a pensar cosas que no quiero... Y lo más horrible fue que la vez pasada reaccione y estaba con cortes en las manos sentada en mi baño y no tengo idea como llegue allí o que había hecho toda la tarde... Lo ultimo que recordaba era en la mañana. No tengo idea que paso y eso me asusta mucho porque pude haberme lastimado, tengo un amigo que me vio ese día y me dice que estaba muy rara.
He tratado de hacer cosas que me saquen de esto... Deje de trabajar por un tiempo y no ayudo, he buscado hacer cosas que me gustan o tener proyectos, pero la verdad es como que me dijo voy a hacer esto o mantenerme ocupada para que estas cosas no me pasen pero luego es como si me sacaran toda la energía y motivación y termino mal otra vez en mi cuarto.
El único momento en el que me siento bien es cuando leo o escribo historias, porque dejo que mi imaginación me hagan ser parte de eso así que me saco de mi realidad, pero luego no quiero regresar a mi vida normal... Mi realidad. Incluso me pasa mucho que estoy en mi trabajo o en mi casa y creo historias fantásticas para el momento de modo que pueda sobrellevarlo porque de otro modo no puedo dejar de querer llorar y tirarme a dormir. No quiero vivir mi vida leyendo o en historias que no existen más que en mi cabeza para poder seguir.
No se que hacer, te pido que me aconsejes... Nunca me había sentido así y tengo mucho miego.

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Por lo que cuentas, el día que no recordabas lo ocurrido, me imagino que se habrá tratado de una trastorno disociativo, cuadro de origen psicológico en el que se ve desbordada la capacidad de una persona para afrontar un determinado acontecimiento, lo cual coincide con lo que cuentas.
Cuando refieres que escuchas como voces que te impulsan a pensar lo que no quieres, me imagino que no se tratará de verdaderas alucinaciones; no sé si podría tratarse de obsesiones, o de que realmente tienes cuestiones en las que no quieres pensar porque te generan ansiedad dado que, en definitiva, no tienes elaboradas, lo cual podría estar ocasionándote un desgaste psicológico, ya que lo que no se quiere elaborar no sólo está ocupando un pequeño espacio, sino que más bien el efecto sería el de una olla a presión, y esto nunca sería beneficioso.
No se trata sólo de entretenerse con cosas o procurar no pensar, o evadirse de cualquier manera, sino que fundamentalmente se trataría de afrontar las cuestiones, actuales, pasadas, o futuras, de la mejor manera.
Creo que algo que te puede ayudar es no afrontar la vida, la realidad o los acontecimientos, desde el punto de vista de tus particulares intereses; pensando que te gustarían que fuesen de otra manera que quizá te parezcan mejores en algún sentido.
Ni que decir tiene que si te imaginas un mundo terreno idílico es que sencillamente te estás imaginando una irrealidad.
Lo que más acerca a la felicidad y estabilidad en esta vida es precisamente el tener una vida generosa, y afrontar de este modo los acontecimientos, lo cual te recomiendo. Yo te diría que lo enfoques todo, incluidos los acontecimientos pasados, desde este prisma generoso; todo encaminado a hacer todo el bien que puedas por las personas. Y, en este sentido, sí podrás, por ejemplo, superar un determinado acontecimiento, ya que, por un lado podrás perdonar a alguien que pudiera haberte hecho un daño por ejemplo, así como también perdonarte a ti misma, alguna actuación de la que no te hubieras quedado contenta; si piensas en hacer el mayor bien posible, tendrás el valor suficiente para reconocer que quizá no lo hiciste del todo bien, o claramente muy mal, en determinadas situaciones pasadas, o que quizá no supiste reaccionar, y, en el caso de haber recibido un daño, piensa que la realidad externa no la elige uno, Piensa que para hacer el bien sirve todo, incluidas las malas experiencias; y no se trata de que hoy uno las hubiera elegido, sino de que están ahí, y uno puede sólo elegir entre afrontarlas bien o mal, constructiva o destructivamente. A la hora de afrontar un acontecimiento siempre viene bien actuar de la mejor manera posible y siempre pensando en el bien real de todos los implicados; en muchas ocasiones se afrontan mal dado que una persona sólo piensa en los particulares intereses y piensa que en este sentido todo vale. No se puede juzgar a otra persona, es decir, atribuirle una responsabilidad en un determinado acontecimiento; sí se puede ver, por ejemplo, su mal comportamiento, pero si uno se encamina a mejorar lo que ve, ya no necesita ni condenar ni juzgar, ni pretender el poder explicárselo todo acerca del comportamiento de otra persona.
O sea que se trataría de elaborar bien los acontecimientos pasados en los que pudieras no querer pensar así como en la vida actual, y verlos con un enfoque más generoso. Esto es lo que te llevará a aceptar la realidad y a verla en todas sus posibilidades.
Piensa que, con respecto a acontecimientos pasados, en muchas ocasiones uno actuó como supo o pudo en un momento, pero no tiene que negarse a ver otras posibilidades más acertadas de actuación, que quizá en el momento actual tiene la suerte de conocer; esto facilitará el perdonarse a uno, el aprender, y el mejorar la actuación en los siguientes acontecimientos. De igual manera uno tampoco puede juzgar la responsabilidad que otro tiene en una determinada actuación.
Hay una cuestión que siempre permanece durante toda la vida y esta es, hacer todo el bien que uno puede; esta cuestión mientras hay vida terrena, no desaparece. Y nunca puedes decir que hubieras estado mejor en otra situación, aunque quizá pudieras estar más cómoda en algún sentido.
Yo te diría que empieces a mirarlo todo, desde lo que tú puedes aportar a las personas, con lo cual evitarás querer evadirte en fantasías en las que quizá florezcan tus intereses.
Piensa que lo único que únicamente uno decide en la vida es la actitud que uno quiere tener ante la vida, y los acontecimientos; en definitiva, lo que quiere hacer con su vida, pero no el diseño de su vida, el cual, en muchos aspectos, no le corresponde a uno. Y a partir de un momento determinado, también a uno sólo le corresponde decidir qué quiere hacer con su vida, incluyendo los acontecimientos pasados, sobre los que ya no puede actuar directamente, pero sí elaborarlos mejor hoy en día, y aprender de ellos lo más posible, de cara a un futuro.
Sin duda, puedes hacer mucho bien, con aquello con lo que hoy en día no estás muy contenta; piensa que, en muchas ocasiones, son las circunstancias difíciles, las que acercan al real conocimiento de las cosas más importantes en la vida; al contrario que las riquezas en cualquier sentido, las comodidades, etc.
Sigue preguntando si quieres.
Abajo te dejo un blog con actitudes saludables, las cuales te recomiendo.
Un saludo.
Ana Vázquez
[email protected]

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