Tengo la sensación de que alguien me sigue, cuando estoy sola siento que ahí alguien en mi casa, me paro en una esquina donde puedo ver todo y observo toda la casa para ver si algo se mueve, se que no hay nadie puesto que reviso en todos los cuartos pero sigo teniendo el mismo miedo, o cuando voy a mi patio me pasa lo mismo, no se si es un miedo infantil o si es algo serio, esto me había ocurrido previamente, son episodios esporádicos pero no se si tomarles mucha importancia
Efectivamente, si se tratase de un temor intenso y persistente, con unas determinadas repercusiones, en cuanto a malestar significativo o interferencia con sus actividades, reconociendo la persona que se trata de un miedo excesivo o irracional, podría tratarse de una fobia específica a situaciones discernibles y circunscritas. Existen dos épocas en las que estas son más frecuentes; tanto en la infancia, como en la tercera década (DSM-IV). Entre los factores predisponentes tenemos los acontecimientos traumáticos, o bien la vivencia de una crisis de angustia en una determinada situación, lo cual daría lugar a un inicio más bien agudo, o también son factores predisponentes el presenciar un traumatismo, u otras personas que muestran temor, o bien por la transmisión de información, como advertencias, al respecto (DSM-IV). Hace años leí que las fobias o los miedos era la patología que más se diagnosticaba en EEUU. Y no me extraña dado que al agravarse la pérdida de valores, es normal, que aumenten los miedos, dado que la persona, al no poner su confianza en el plano natural, en actuar correctamente, guiada por su buena intención, y en lo que esto significa, no pretendiendo controlar más resultados de los que le corresponden, pasa a guiarse por sus intereses, pretendiendo controlarlo todo (lo cual no le corresponde, y es un imposible). Es importante actuar bien, y tomar unas precauciones normales, ni muchas (lo cual tendría más perjuicio que ventajas), ni pocas, con un comportamiento claramente imprudente; posteriormente ya no pretender controlarlo todo; todo puede ocurrir, pero si uno ha actuado bien, ya no tiene nada que temer, ni lo va a evitar, con su temor irracional. Yo te recomendaría el tratar todos los factores que han podido aumentar tu ansiedad en general, revisando el enfoque de tu vida; te dejo abajo un blog de actitudes saludables; te recomiendo enfocar la vida hacia hacer todo el bien que puedas, por encima de tus intereses. Pude ver algunas de las preguntas realizadas por ti, para mejor contestar esta, y te puedo decir que te recomiendo durante el noviazgo abstinencia total de relaciones matrimoniales, y enfocar el noviazgo desde la generosidad, y, en este sentido, pensando en aportar a la otra persona el mayor bien posible, sin la interferencia de los propios intereses. Las relaciones prematrimoniales además de ser insanas en sí mismas (como cualquier actuación no guiada por hacer el bien de verdad, sino guiada por los intereses, con el agravante de que se trata de una actuación mala en sí misma), son fuente de otros males (como los denominados anticonceptivos, los cuales pueden ocasionar efecto abortivo al poder impedir la implantación del embrión en el útero). Yo te recomendaría rectificar al respecto de todo esto, y pasar a hacer las cosas bien, aunque te cueste un poco (yo te recomendaría ser valiente: cuesta dejar de complacer, pero piensa que puedes hacer mucho bien). Si a tu novio le pareciese mal y te abandonase, yo te recomendaría no tomarte esto personalmente, sino que verlo, para mejorarlo, pensando que él se está equivocando y lo ve así en este momento, pero en ningún momento pienses que le podrías hacer un bien, al continuar fomentando sus intereses por encima de todo, al tiempo de fomentas los tuyos. Yo te recomendaría reflexionar sobre esto como primera medida (por ejemplo una hora al día). Al actuar uno bien disminuyen los miedos, dado que uno ya no tiene nada que temer, dado que hace la parte que le corresponde lo mejor posible, y esto ya nadie se lo quita; lo demás ya no depende de uno; ya se tiene claro que uno en el mundo no manda. También de esta forma uno es consciente de saber afrontar lo que se pueda presentar, de la mejor forma, siempre lo más correctamente que pueda, y con buena intención.