Necesito ayuda con la relación de mis amigas que me perjudican y me agobian

A ver, deprimida15, para empezar una pequeña bronca por escoger un nombre de usuario tan deprimente. Hay que enfrentarse a la vida con otro ánimo a cualquier edad, pero más incluso a la tuya, si es que el número la representa.
Lo primero es relativizar el problema. Y tú me dirás ¿y esto de qué forma me ayuda a solucionar un problema externo, real y objetivo? Pues es fundamental, porque sólo si captas las verdaderas dimensiones del problemas podrás ponerle una solución proporcional, efectiva y que no te traiga más problemas.
Hay muchas reflexiones que te pueden ayudar a relativizar este problema: ¿Qué importancia tiene esta trifulca en un plazo mayor (no hoy y mañana ni pasado, sino en cinco años, diez años)? Si yo fuera una de estas nuevas amigas mías, ¿me dejaría convencer por comentarios viperinos de otra persona? ¿No sería inmaduro en extremo formar mi opinión sobre una persona por los comentarios maliciosos de un tercero? Incluso si no tengo más remedio que escuchar estos comentarios, ¿no contrastaría esa opinión con la de la otra persona para averiguar que pasó en realidad?
Bien, yo te digo que si estas nuevas amigas no tienen criterio ni madurez para apreciarte y no dejarse influenciar, tampoco serán buenas amigas ni merecerá la pena el esfuerzo que pongas en construir esas nuevas relaciones. En la vida hay que ser selectivo. Si son personas que no reúnen los mínimos para crear algo que valga la pena estarás mejor sin ellas, igual que estás mejor sin las otras dos brujas.
Hasta ahora he hablado de la parte interna a ti en la resolución del problema. Tienes que ver claras esas cosas. Una vez que las ves nítidamente, encontrarás tu camino con facilidad. Entenderás lo que debes de hacer en cada momento y como responder (o no responder, a veces la impasibilidad es lo más acertado) a cada comportamiento ajeno. Normalmente hay algo que funciona muy bien. Si alguien hace malos comentarios de ti, en lugar de hablar mal de esa persona, sé elegante, sencilla y humilde. Puedes decir: bueno, antes éramos amigas y después esa amistad se perdió, pero yo nunca hablo mal de personas a las que ha apreciado en algún momento, de la misma forma que tú y yo nunca hablaremos mal la una de la otra. Ahora sólo busco amigas así, que sepan querer. Esto transmite muchas señales buenas a la otra persona: madurez, ecuanimidad, humildad, buena intención. Y es lo bastante firme para que nadie te agreda. Preocupate de tu lado de la balanza y no de la mala leche que pongan en el otro platillo, cuanta más pongan, más potente será la victoria de quien abra los ojos del corazón.
En términos técnicos, si quieres, esas dos brujillas (por las que debes experimentar pena y nunca odio) son manipuladoras. Es una característica típica de trastornos narcisistas de la personalidad en las que el individuo sólo se considera a sí mismo persona y a los demás como meros instrumentos para su satisfacción. Necesitan el reconocimiento ajeno porque carecen de autoamor y tratan de llenar así un vacío interior.
No hagas como ellas. Tú trata siempre de empatizar, de considerar las cosas desde el punto de vista de los demás, de tener la humildad de pedir perdón cuando ofendas o hagas algo mal. Cuando des un consejo, piensa en el bien de la persona a la que aconsejas no en tu mayor gloria o en tu interés. Cuando entables una relación con un chico, piensa en querer, pero no para que te quieran, sino porque querer a alguien es ya una recompensa en sí misma, una expresión de la riqueza interior de tu persona. Sólo quien tiene tesoros interiores puede dar. ¿Vale? No te conviertas nunca en una manipuladora y tendrás buenos amigos en la vida, y lo más importante, serás la persona que naciste para ser (ni mejor, ni peor que otros, sólo una persona que sabe su cometido en la vida y pone toda la carne en el asador).