Cuando la ansiedad es mi respuesta para todo.
Buenas noches. Soy un chico de 21 años.
Tengo que decir que esto se me antoja muy complicado de explicar, pero creo que puede valer la pena porque creo que irremediablemente necesito recibir ayuda.
Verá usted en mi adolescencia, yo era un chico muy activo. Representaba a mi escuela en los campeonatos locales en diversos deportes. Practiqué fútbol durante mucho tiempo hasta que decidí empezar a jugar a tenis. En un principio todo fue muy bien hasta que un día, cuando tenía 15 años en el transcurso de un partido tuve un episodio de taquicardia.
Debido a mi ignorancia sobre lo grave que podría haber resultado, seguí como si nada, y a la semana siguiente me volvió a pasar. Decidí contárselo a mis padres y los médicos me diagnosticaron un WPW, una enfermedad cardíaca relativamente fácil de erradicar y que me mantuvo alejado de las pistas durante varios meses.
No necesité asistencia psicológica, pues recibí mucho apoyo de mi familia y mis amigos. Tuve que pasar por el quirófano para solventar el problema, y la operación fue un éxito aunque resulto ser una pesadilla para mi. Solo tenia anestesiados el brazo y la pierna por donde introducían unos catéteres que debían solventar el problema mediante unas radiofrecuencias. Por algún motivo no funcionó y después de provocarme unas 15-20 arritmias consiguieron acabar con el problema.
Semanas después estaba disfrutando de un intercambio en Holanda, y en ese año pasé varios controles todos con éxito.
Unos tres años después, tuve un pequeño susto debido a que después de realizar ejercicio físico notaba como las pulsaciones no bajaban del todo al ritmo que tenia de reposo normal, sino que tardaban a veces horas. En el hospital me volvieron a hacer pruebas y señalaron que era normal, estaba bien y no tenia porque preocuparme.
En Agosto del año pasado, tuve un percance más serio. Un viernes decidí salir con mis amigos y tomé unas cuantas copas de más, el sábado me levanté con algo más que resaca. Volvía a tener palpitaciones, el ritmo cardíaco oscilaba entre 150-180 pulsaciones. Fui a urgencias y me enviaron al hospital otra vez. Allí después de innumerables pruebas (análisis de orina, placas, control de la tensión, análisis de sangre y varias horas en observación) me mandaron a casa por carecer de motivo preocupante. Me explicaronque la cafeína y el alcohol pudo causarlo, así que desde entonces no he probado otra vez la cafeína y me controlo con el alcohol. Debo mencionar que esa noche volví a casa, cené con mis padres y presencié el partido de liga. Desgraciadamente fui testigo del desvanecimiento de Antonio Puerta y tengo que admitir que me causó un shock muy grande.
En Septiembre de ese mismo año empecé a experimentar una situación extraña, mezcla de debilidad y mareo que me seguía a todas partes. Desde entonces nunca me la he podido quitar de encima. He visitado urgencias dos veces más porque sentía que en cualquier momento me iba a caer redondo al suelo. Al contrario de lo que cabía esperar tenia la tensión más alta que baja, y en ambos casos me dijeron que era ansiedad y me dieron un tranquilizante. Durante todo este tiempo he sentido con mayor o menor intensidad esos mareos, pero nunca me he desmayado.
He seguido practicando deporte durante todo este tiempo y nunca he tenido problemas haciéndolo. Sin embargo, hace unos meses compré un pulsómetro porque no me sentía seguro y desafortunadamente muchas veces no gozó de la actividad física, más bien el tiempo se lo dedico a echarle ojeadas al aparato. Tengo miedo de que me pueda pasar algo, aun sabiendo que estoy bien, reforzandome en los múltiples chequeos de salud que he recibido a lo largo de estos últimos tiempos y a veces la idea de que todo se acabé mientras estoy jugando a tenis cobra demasiada fuerza.
Últimamente tengo problemas de concentración, nunca he tenido problemas ni en el instituto ni al principio de la carrera, pero ahora no consigo motivarme para seguir estudiando. Aun siendo ridículo, algunas veces pienso de que me servirá estudiar si tarde o pronto mi vida se evaporará por un fallo de cualquier índole en mi organismo, que por otra parte pensando fríamente y de manera cuerda se que no va a suceder.
Por la noche, me cuesta mucho dormir. He tenido episodios de alucinaciones al conciliar el sueño, puedo ver una imagen fija durante un periodo de unos segundos y luego súbitamente desaparece. Esto también me suele pasar con despertares súbitos debido a una aparente falta de aire, que al abrir los ojos me hace sentir esas alucinaciones.
Lo peor de todo es que nunca se lo he contado a nadie, en los casos anteriormente descritos en que me mareé mi padre se lo tomaba como algo que yo debía controlar, y eso hacía que no me sintiese seguro. Me sentía totalmente inútil. Siento como me estoy volviendo loco y me impide disfrutar de mis relaciones con mis amigos y mi novia. Siento que no disfruto de las experiencias que me brinda la vida. No puedo estar tranquilamente viendo una película en el cine, no puedo pasear tranquilamente abrazado a mi pareja, no puedo disfrutar de mis estudios ni de mi trabajo.
No se que puedo hacer, a veces me siento como vagando sin rumbo alguno por las calles, observando con melancolía cada uno de los detalles y teniendo la esperanza de que mi problema se vaya igual que como vino. Pero me temo que eso no va a ser así, debo hacer algo o recurrir a un profesional, me temo. Aun así quiero saber su opinión, seria muy importante para mi.
Esperaré pacientemente su respuesta.
Gracias por su tiempo.
Tengo que decir que esto se me antoja muy complicado de explicar, pero creo que puede valer la pena porque creo que irremediablemente necesito recibir ayuda.
Verá usted en mi adolescencia, yo era un chico muy activo. Representaba a mi escuela en los campeonatos locales en diversos deportes. Practiqué fútbol durante mucho tiempo hasta que decidí empezar a jugar a tenis. En un principio todo fue muy bien hasta que un día, cuando tenía 15 años en el transcurso de un partido tuve un episodio de taquicardia.
Debido a mi ignorancia sobre lo grave que podría haber resultado, seguí como si nada, y a la semana siguiente me volvió a pasar. Decidí contárselo a mis padres y los médicos me diagnosticaron un WPW, una enfermedad cardíaca relativamente fácil de erradicar y que me mantuvo alejado de las pistas durante varios meses.
No necesité asistencia psicológica, pues recibí mucho apoyo de mi familia y mis amigos. Tuve que pasar por el quirófano para solventar el problema, y la operación fue un éxito aunque resulto ser una pesadilla para mi. Solo tenia anestesiados el brazo y la pierna por donde introducían unos catéteres que debían solventar el problema mediante unas radiofrecuencias. Por algún motivo no funcionó y después de provocarme unas 15-20 arritmias consiguieron acabar con el problema.
Semanas después estaba disfrutando de un intercambio en Holanda, y en ese año pasé varios controles todos con éxito.
Unos tres años después, tuve un pequeño susto debido a que después de realizar ejercicio físico notaba como las pulsaciones no bajaban del todo al ritmo que tenia de reposo normal, sino que tardaban a veces horas. En el hospital me volvieron a hacer pruebas y señalaron que era normal, estaba bien y no tenia porque preocuparme.
En Agosto del año pasado, tuve un percance más serio. Un viernes decidí salir con mis amigos y tomé unas cuantas copas de más, el sábado me levanté con algo más que resaca. Volvía a tener palpitaciones, el ritmo cardíaco oscilaba entre 150-180 pulsaciones. Fui a urgencias y me enviaron al hospital otra vez. Allí después de innumerables pruebas (análisis de orina, placas, control de la tensión, análisis de sangre y varias horas en observación) me mandaron a casa por carecer de motivo preocupante. Me explicaronque la cafeína y el alcohol pudo causarlo, así que desde entonces no he probado otra vez la cafeína y me controlo con el alcohol. Debo mencionar que esa noche volví a casa, cené con mis padres y presencié el partido de liga. Desgraciadamente fui testigo del desvanecimiento de Antonio Puerta y tengo que admitir que me causó un shock muy grande.
En Septiembre de ese mismo año empecé a experimentar una situación extraña, mezcla de debilidad y mareo que me seguía a todas partes. Desde entonces nunca me la he podido quitar de encima. He visitado urgencias dos veces más porque sentía que en cualquier momento me iba a caer redondo al suelo. Al contrario de lo que cabía esperar tenia la tensión más alta que baja, y en ambos casos me dijeron que era ansiedad y me dieron un tranquilizante. Durante todo este tiempo he sentido con mayor o menor intensidad esos mareos, pero nunca me he desmayado.
He seguido practicando deporte durante todo este tiempo y nunca he tenido problemas haciéndolo. Sin embargo, hace unos meses compré un pulsómetro porque no me sentía seguro y desafortunadamente muchas veces no gozó de la actividad física, más bien el tiempo se lo dedico a echarle ojeadas al aparato. Tengo miedo de que me pueda pasar algo, aun sabiendo que estoy bien, reforzandome en los múltiples chequeos de salud que he recibido a lo largo de estos últimos tiempos y a veces la idea de que todo se acabé mientras estoy jugando a tenis cobra demasiada fuerza.
Últimamente tengo problemas de concentración, nunca he tenido problemas ni en el instituto ni al principio de la carrera, pero ahora no consigo motivarme para seguir estudiando. Aun siendo ridículo, algunas veces pienso de que me servirá estudiar si tarde o pronto mi vida se evaporará por un fallo de cualquier índole en mi organismo, que por otra parte pensando fríamente y de manera cuerda se que no va a suceder.
Por la noche, me cuesta mucho dormir. He tenido episodios de alucinaciones al conciliar el sueño, puedo ver una imagen fija durante un periodo de unos segundos y luego súbitamente desaparece. Esto también me suele pasar con despertares súbitos debido a una aparente falta de aire, que al abrir los ojos me hace sentir esas alucinaciones.
Lo peor de todo es que nunca se lo he contado a nadie, en los casos anteriormente descritos en que me mareé mi padre se lo tomaba como algo que yo debía controlar, y eso hacía que no me sintiese seguro. Me sentía totalmente inútil. Siento como me estoy volviendo loco y me impide disfrutar de mis relaciones con mis amigos y mi novia. Siento que no disfruto de las experiencias que me brinda la vida. No puedo estar tranquilamente viendo una película en el cine, no puedo pasear tranquilamente abrazado a mi pareja, no puedo disfrutar de mis estudios ni de mi trabajo.
No se que puedo hacer, a veces me siento como vagando sin rumbo alguno por las calles, observando con melancolía cada uno de los detalles y teniendo la esperanza de que mi problema se vaya igual que como vino. Pero me temo que eso no va a ser así, debo hacer algo o recurrir a un profesional, me temo. Aun así quiero saber su opinión, seria muy importante para mi.
Esperaré pacientemente su respuesta.
Gracias por su tiempo.
Respuesta de carola
1