Entiendo tu situación y comprendo que ahora estés un tanto bloqueada en cuanto a qué hacer.
Tu decisión de tener un tiempo para ti misma, ya no sólo por beneficios físicos, si no también por los sociales y tuyos propios personales, me parece muy acertada. Te animo a que sigas adelante con tu idea de apuntarte a pilates. Muchas veces no nos damos cuenta de la tremenda responsabilidad de llevar el peso de una familia: asegurarse de los cuidados de los que queremos, de que los números cuadran, de que todos los detalles sean correctos, y en tu caso hasta del propio tiempo de ocio familiar. Pero aunque tu marido tenga poca iniciativa, debería compartir parte de este peso contigo. Haces muy MUY bien en plantear que se pueda quedar con el niño un par de horas a la semana - de hecho eso es apenas casi tiempo - y a él le puede ser valioso para aprender a ser un poco más autónomo y a crear una relación más especial con el niño.
En cuanto al problema con tu cuñada, y por lo que tú misma dices, "es igual de controladora" que tú. De algún modo toda la iniciativa que proporcionas en tu casa, es la misma que proporcionaba ella en la suya. Puede que a tu marido le haya sido siempre más cómodo delegar en los demás. El conflicto aquí, a mi modo de ver, no radica en tu cuñada, si no en la actitud de tu marido. Como persona individual, como padre, no puede estar exento de sus responsabilidades. No puede delegar siempre en los demás. Y ahí es donde entra y comienza tu trabajo.
La gente no cambia de la noche al día, es un trabajo desde dentro y ayudado por los de fuera. Repito que tu marido tiene que ser responsable de determinadas tareas. No contigo, si no consigo mismo y con su hijo. Dos horas a la semana es un buen modo de empezar y debes hablar con él y hacerle consciente de que de la educación de un hijo, han de hacerse cargo sus padres, igual que lo haces tú, debe hacerlo él y no acudir a alguien más.
Ante la insistencia de ella, comprendo que aprender a decir que no es algo complicado, pero es necesario. Habla con tu marido y cuéntale con sinceridad y con cariño tus preocupaciones. Dile que sería bueno que se hiciera cargo del bebé tan sólo un par de horas. Dile que es él quien le tiene que educar contigo, que no hay sentido en que se lo lleve a su hermana, que ella no es responsable de esto en concreto y que no te haría sentir bien. Piensa que sólo le reclamas dos horas, cuando el resto del tiempo lo dedicas a trabajar. Creo firmemente que hablar con él, sin alterarte, sin gritar, ni enfadarte, desde la honestidad profunda y la confianza que tenéis, es lo único que te puede llevar a superar esta situación permanentemente. Si no, puede ser que pases mucho tiempo intentando poner parches temporales que te hagan darle más vueltas al asunto.
Por otro lado dices que pensar que tu cuñada tenga el control te da miedo y te produce ansiedad. Me parece que vosotras no tenéis muy buena relación y ante eso, es normal que te cause mucho malestar pensar que tu hijo se queda con ella. No creo que sea miedo a perder el control. El control de tu familia lo tenéis tu marido y tú. Por eso debe de ser él quien abogue por ti siempre y defienda siempre tus intereses (siempre que sean lógicos) ante la manera de llevar una familia. Recuerda que tú no debes enfrentarte a ella. Debe ser tu marido quien medie en esa relación y como se dice popularmente "tire para casa".
Veo que tal vez sea complicado involucrar a tu marido de esta forma, pero en la vida tarde o temprano hay que tomar decisiones: el callarse, el no decir que no, el ceder, el no querer responsabilizarse, etc, son también maneras de tomar una decisión. Son maneras muy cómodas de tomar una decisión. Pero le haces flaco favor si le permites vivir así. Si algún día faltas (por supuesto que ojalá no) él no sería nada autosuficiente, probablemente necesitaría apoyo con TODO. Si él algún día te faltase, necesitarías cariño de tu familia, pero sabrías sobrevivir y salir adelante con tu hijo. Eso es un regalo que te da tu capacidad de tomar decisiones, hazle el mismo regalo a tu marido: el de no tener que depender de nadie, si no de compartir con quien uno elige.
Espero que este mensaje te ayude a ver la situación un poco más clara. No renuncies a tu deseo de tener una vida feliz, de tener un poco de tiempo para ti, es la única forma de poder cuidar bien a tu familia, sintiéndote bien tú.
Un saludo y si quieres ir contándome lo que ocurre, estaré encantada de escucharte.
Rita