Nuestra información es la siguiente:
No existen síntomas específicos cuya presencia permita confirmar por sí misma la existencia de infección por el VIH.
El diagnóstico definitivo de la infección solo puede establecerse por métodos de laboratorio, ya que en ningún caso las manifestaciones clínicas son lo suficientemente específicas.
Primo infección o infección aguda:
El VIH, puede en algunas ocasiones, a partir de los 7/10 días del contacto y durante las primeras semanas, ocasionar un cuadro gripal leve.
Los síntomas de este cuadro, son inespecíficos, es decir compartidos con multitud de infecciones.
Esto de debe a que en el primer momento de la infección, el virus se replica rápidamente sin problemas, ya que no existen anticuerpos específicos en el organismo, que los combatan.
Desaparecen en cuanto el cuerpo comienza a generar anticuerpos, que hacen que la carga viral baje.
Período ventana
Las personas generan anticuerpos a una velocidad distinta unas de otras, algunas ya los poseen a la 2ª / 3ª semana, estadísticamente sabemos que la gran mayoría ya los han generado a las 8 semanas, de ahí que se alargue el tiempo hasta los tres meses, en que se considera que un negativo de una prueba de detección de anticuerpos es definitiva y concluyente.
Sin embargo, ni la presencia de síntomas confirma el diagnóstico de infección por VIH, ni su ausencia de los mismos lo descarta. Esto sólo lo hace la prueba.
Período de latencia
Si una persona se infecta y no se hace la prueba, por la causa que sea, dependiendo de varios factores (edad, estado de salud, hábitos saludables o no, otras enfermedades…) podrían pasar entre 8 y 10 (a veces incluso algo más) años, sin que dicha persona notara que está infectada por algún síntoma especial.
El virus va haciendo su labor de forma callada pero sin dar signos evidentes. Va deprimiendo el sistema inmunológico (el VIH, de hecho es un “lentivirus”, cuyo período de incubación es muy largo, es decir que los signos de la infección que produce, se desarrollan con mucha lentitud).
(Las infecciones por lentivirus tienen tres etapas al menos:
Inicial, aguda, en correspondencia con una rápida proliferación del virus, que puede ir acompañada de alguna patología especial pero transitoria.
Latencia, con el virus controlado por el sistema inmunitario y sin manifestarse.
Tardía, cuando se inicia una nueva fase de multiplicación viral rápida y se produce la patología característica.)
Fase tardía
Sería tras una media de 8-10 años (sin tratamiento) cuando podrían aparecer los siguientes síntomas: una pérdida de peso superior al 10%, fiebre persistente o sudoración nocturna durante más de un mes, diarrea crónica durante más de un mes y fatiga persistente y aguda. Sin embargo, ni la presencia de estos síntomas confirma el diagnóstico de SIDA, ni su ausencia lo descarta.
Fase de sida:
Las defensas están por debajo de un número establecido y se presentan enfermedades definitorias de sida o enfermedades oportunistas (neumocistosis, sarcoma de Kaposi, toxoplasmosis, tuberculosis…).