Cualquier radiación intensa, visible o no visible, puede ser perjudicial para la visión, en función de la potencia y del tiempo de exposición a ella.
La luz intensa, sea una lámpara de luz artificial, o el sol, puede provocar daños irreparables en función la intensidad y el tiempo. Si estamos media hora mirando fijamente a una fuente de luz, aunque no sea de mucha intensidad, puede provocarse quemaduras en la retina. Recordemos la experiencia de quemar un papel con una lupa. El ojo es un sistema óptico (como una lupa) que está enfocando la luz en la retina.
Habitualmente, los láseres, sean del color que sean, si cumplen las normativas para fiestas etc, no deberían provocar daños en una exposición accidental, es decir, de no mucho tiempo. Si estamos mirando fijamente una fuente de luz láser, durante mucho tiempo, aún estas fuentes "seguras" o permitidas, pueden dañar.