¿Cómo responder este correo? ¿O qué le respondería usted?

Yo también he recibido muchos correos de ese tipo, algunos simplemente, los ignoro, tras cada uno de estos se vislumbra supertición, pero más que nada se vislumbra una necesidad de Dios, del verdadero Dios, no el que los hombres han inventado, no de aquel que está allí para pedirle cosas. Creo que tenemos que partir por ahí, escribir una larga carta a esa persona querida, contándole que Dios no está para cumplir nuestra voluntad, sino nosotros debemos hacer la suya, que a Él le interesa en primer lugar nuestra salvación, y que el bienestar que procuramos en esta tierra es secundario. Cuando el hombre entiende esta superior verdad, deja de mirar hacia abajo, es decir, deja de poner sus necesidades básicas en primer lugar y busca lo que realmente tiene sentido, suplir nuestras necesidades espirituales. Cuando aprendemos del verdadero Dios, todo lo que nos rodea; que también es importante, pero secundario, queda en segundo plano. En primer lugar, hay que presentarle a ese Dios amoroso, porque no lo conocen, conocen al otro dios, al que se le pide y está a nuestra merced, a ese verdadero Dios se le conoce sólo a través de la Biblia, que es el lugar donde Él se reveló a los hombres, por lo que hay que instar a los hombres a que la lean( si no, nunca podrán conocerlo) y luego explicarle que el mundo está lleno de superticiones y eso a Dios no le agrada porque significa falta de fe, ´no porque cumplamos o no cumplamos con el envío de ciertas misivas nos va a suceder o no determinadas cosas, algunas de ellas vienen hasta con maldiciones( si no mandas esto algo malo te sucederá...) el verdadero Dios no actúa así, por lo tanto eso no corresponde a su voluntad. Por otra parte, Dios, no pide que hagamos tal o cual cosa, para recibir sus bendiciones, así que eso de mandar a un número determinado de personas el mensaje, es falso. Todo eso debes hacerle ver, que eso no viene de Dios, porque si le conociéramos que Él realmente es, podríamos saberlo.
Bueno, pide al Señor, que te guíe en ese mensaje que vas a entregar, si lo puedes hacer con cada uno de los correos que allí vienen, mejor, es una hermosa forma de predicar la verdad. Que el Señor te ilumine.