Por supuesto que Dios está por encima de los sentimientos terrenales, pues sus pensamientos son mucho más altos que nuestros pensamientos, y sus caminos son mucho más altos que los nuestros (isaías 55:8).
La persona que no es espiritual no puede comprender las maravillosas obras de Dios, y su infinita sabiduría.(1Corintios 2:14)
Es tan grande el amor de Dios por todos nosotros, que envió a su Hijo unigénito para que todo aquel que tenga fe en él, no se pierda, sino que tenga vida eterna.(Juan 3:16)
Dios envió a su Hijo Jesucristo para que teniendo fe en él, tengamos una segunda oportunidad y podamos recibir la vida eterna. Sólo necesitamos creer en Cristo, tener fe, y seguir sus pasos y lo demás debemos dejarlo en manos de Dios, pues él sabe cuándo y cómo debe actuar.
Si el ser humano no emplease su libre albedrío para hacer lo malo, no existiría tanta maldad, pero ciertamente son las personas las que hacen lo malo, no Dios.
Si Dios eliminase la maldad nos quitaría la libertad. Dios envió a su Hijo para que nos diera ejemplo y lo imitásemos, y Jesús jamás mostró violencia ni maldad. Si no deseamos imitarlo es nuestro problema, Dios hizo lo máximo que podía hacer por la humanidad haciéndose carne y muriendo físicamente por todos nosotros. Si decidiera eliminar el mal, nos eliminaría nuestra libertad, pues somos libres de elegir si queremos lo bueno o lo malo, si queremos seguir el ejemplo de Jesús, o nuestro propio pensamiento humano imperfecto y egoísta.
La Biblia dice en Juan 3:16: Esta es la condenación: que la luz (Cristo) vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas (Satanás) que la luz, porque sus obras eran malas.
Jesús dijo en mateo 13:24-30 : dejen que crezcan juntos el trigo (cristianos) junto con la cizaña (malvados, perversos, inicuos) hasta el momento de la siega (día del juicio), y en el momento de la siega diré a los segadores (ángeles): recoged primero la cizaña (malvados, perversos, inicuos) y atadla en gavillas para quemarla (infierno), y el trigo recogedlo en mi granero (el reino de los cielos).