Altavoces de techo

La idea de poner altavoces en el techo, no es nueva, sino que existe ya desde los años 60. El hecho de que a través de los años no haya cuajado es, simplemente, porque no es buena idea. :-)
Los motivos son diversos, pasaré a resumírtelos. Para poder instalarlos se necesita un falso techo, techo que actúa tanto como cajón resonante, como membrana resonadora. Eso hace que a pesar de que el altavoz sea bueno, suene mal. Si a eso unes la capacidad de nuestro oído para localizar la procedencia de los sonidos, hace que tanto para cine como para música no convenza en absoluto que el sonido provenga del techo (sobre nuestra cabeza pocas se producen sonidos en la vida real, tampoco en conciertos de música).
Eso sumamos las molestias que ocasionan estos altavoces al vecino de arriba, ya que el mismo sonido que escucharás en tu salón será proyectado hacia arriba a tan sólo unos centímetros del suelo del vecino. Los altavoces en el techo se utilizan sólo en espacios públicos donde es totalmente imposible colocarlos en otro sitio (aeropuertos, tiendas, etc.), de otro modo siempre se opta por empotrarlos en la pared (mejor dada la consistencia del tabique), o suspenderlos de soportes de las propias paredes (museos, salones, iglesias, etc), incluso camuflarlos como piedras (jardines, parques temáticos)
El hilo musical (que sería la opción comercial de lo que tú planteas) está totalmente desfasado, es carísimo y la calidad de sonido deja mucho que desear.
Por eso mi consejo es que reconsideres poner los altavoces en el suelo y que elijas la opción de un equipo estéreo, que te valdrá también para escuchar cine, y que tan sólo te ocupará un altavoz a cada lado de la televisión, sin cables por medio del salón ni nada de las cosas que más suelen molestar de los home-cinema. Estoy seguro de que eres capaz de convencer a tu mujer, por última instancia siempre puedes convencerla de que colocarás un par de rocas volcánicas energizantes a los lados del televisor ;-)