Espero que con lo que voy a exponer pueda resolver tus preguntas.
De entre las muchas confusiones que abundan en el mundo de la
sonorización profesional está la del aguante de potencia (en inglés, power
handling) de un altavoz, también llamado potencia admisible. Por una parte,
los fabricantes utilizan una variedad de términos tales como potencia de pico,
RMS, media, continua o de programa. Por otra, existen diferentes formas de
medir el aguante de potencia de un altavoz o caja acústica que producen
diferentes resultados.
La potencia es la energía por unidad de tiempo. Se mide en vatios. La
potencia que entrega un amplificador a un altavoz se mide a través la división
del cuadrado del voltaje (V) por la impedancia (Z). Según que
tipo de voltaje utilicemos, lograremos un tipo de potencia. Si el voltaje es de
pico, la potencia será también de pico. Si el voltaje es RMS, obtendremos
potencia media (RMS). El RMS (del inglés, root-mean-square), es sólo una
herramienta matemática que extrae el valor eficaz de una señal alterna.
Para determinar el potencia admisible de un altavoz, se ha de someter a una prueba de potencia. Ésta consiste en alimentar el altavoz con señal de prueba (ruido rosa), que normalmente consiste algún tipo de señal de ruido con un margen dinámico controlado, durante un tiempo determinado, habitualmente entre 2 y 100 horas. El ruido rosa es una señal aleatoria que posee la misma energía en todas la bandas de frecuencia. Por otro lado el ruido rosa no es constante, sino que posee una cierta dinámica. El ruido rosa nos permite de esta forma realizar estudios donde se pone a prueba no sólo el aguante térmico del altavoz, sino también el aguante mecánico. El margen dinámico de una señal se expresa con el factor de cresta, que es la relación entre la potencia de los picos y la potencia de la media de la señal. Antiguamente el factor de cresta de la música comercial grabada era elevado (del orden de 20 dBs), pero hoy en día el pop y el rock vienen muy comprimidos con factores de cresta que oscilan por los 10 dBs, pero que pueden incluso acercarse a esos 6 dBs de las señales usadas en las pruebas de potencia de laboratorio.
Existen varias normas que especifican procedimientos a la hora de realizar las pruebas.
Las más relevantes son : La norma AES2-1984; La norma IEC268-5 (1978); La norma EIA RS-426-A (1980); La norma EIA RS-426-B (1998). No voy a explicarlas porque nos desviamos del tema.
Hay varios tipos de especificar la potencia en los diferentes aparatos (Amplificadores, altavoces, etc):
Potencia media: Este tipo de potencia suele denominarse erróneamente RMS, al utilizar el cálculo el voltaje RMS. La razón de este error es que el RMS sólo tiene sentido aplicarlo en parámetros que tienen signo negativo y positivo. La potencia sólo tiene signo positivo (va del amplificador al altavoz, no al contrario), y por ello no se le aplica el RMS, sino que simplemente se media. La potencia media es, por tanto, aquella que utiliza el voltaje RMS para su cálculo. Todas las normas mencionadas anteriormente son de potencia media.
Potencia de programa: La potencia de programa es un término arcaico que proviene de antiguas pruebas de potencia con senoidal. Hoy en día, no tiene un significado concreto ni mucho sentido, ya que muchas de las señales estándar de prueba ya son de "programa". Para muchos fabricantes, es simplemente, el doble de la potencia media, aunque otros fabricantes usan relaciones diferentes a 2:1. Puede usarse como guía para la elección de
amplificador. Por ejemplo, un altavoz de 300W de potencia media y 600W (2x300W)
De potencia de programa podría utilizar un amplificador de 600W de salida. Esto es para aplicaciones de gran control, para aplicaciones más habituales con cierto abuso del sistema este amplificador sería quizás demasiado grande.
Potencia de pico: Corresponde al cálculo de la potencia en base a los voltajes de pico. Para una señal de 6 dB de factor de cresta, la potencia de pico es cuatro veces más que la potencia media.
Potencia continua: Simplemente especifica que la señal está presente todo el tiempo, ya que existen normas que especifican señal intermitente.
Causas de averías de altavoces:
Las causas de avería de un componente se dividen entre térmicas y mecánicas.
Las causas del fallo térmico de un componente pueden ser :
Exceso de potencia de entrada; señales fuera de la banda pasante (radio frecuencia, frecuencias subsónicas). La energía que no se convierte en sonido se convierte en calor,
recorte (clip) del amplificador, la causa más común de fallo térmico, corriente continua entregada por el amplificador, caso poco habitual en los amplificadores profesionales de hoy en día, excesiva ecualización, principalmente de agudos, puesto que esta zona de frecuencias los componentes poseen una eficiencia muy baja y generan mucho calor.
Para prevenir los fallos térmicos, evita recortar el amplificador de potencia y
asegúrate de que sólo envías al altavoz aquellas frecuencias que éste puede
reproducir, utilizando filtros paso-alto y/o paso-bajo para limitar la banda de
frecuencia que alimenta el altavoz.
Las causas del fallo mecánico se deben al excesivo movimiento del altavoz. El
altavoz tiene más excursión (movimiento hacia delante y hacia detrás) cuanto
más baja es la frecuencia. Esto quiere decir que una señal con la frecuencia lo suficientemente baja y con el nivel suficiente, puede sacar la bobina móvil del
entrehierro, con el consiguiente daño de la bobina, que probablemente rozará, y
posiblemente acabe también cortándose o con cortocircuito. En los casos mas
extremos el soporte de la bobina golpeará la pieza polar inferior y se deformará. Para prevenir fallos mecánicos, no utilices señales por debajo de la banda de utilización del componente o cajas, y use un amplificador de la potencia adecuada.
Cómo elegir la potencia del amplificador:
En general, para sonorización, se debe elegir un amplificador cuya potencia de
salida esté por encima del aguante de potencia del altavoz. Esto se debe a que
un amplificador sólo entrega la potencia especificada con señal senoidal, y entrega mucha menos potencia para una señal real con dinámica. Por ello, se recomiendan amplificadores que entreguen un 50% más de potencia que la potencia media (RMS) del altavoz. Por ejemplo, para una caja de 450W, podríamos usar un amplificador que entregara 700W. Si utilizamos un amplificador pequeño, no obtendremos el nivel suficiente ni la sensación (de nivel) suficiente, así que tenderemos a saturar el amplificador y con ello pondremos en peligro la integridad del altavoz. Esto es solamente una norma general, que puede tener
que modificarse en función de las aplicaciones concretas (por ejemplo, no es
infrecuente encontrar relaciones de 2:1 para las vías de agudos dada su mayor
dinámica y por no resultar caro este sobredimensionamiento) y otros factores (como puedan ser lo conservador o no de la cifra de potencia admisible especificada por el fabricante). En general hay que ser mucho más conservador para la música grabada que para la música en directo, ya que el mismo amplificador producirá niveles medios de potencia mucho más elevados con la primera. Esta recomendación es para aplicaciones de refuerzo sonoro. En otras aplicaciones las relaciones son diferentes e incluso contrarias; por ejemplo, en un combo de guitarra la potencia del altavoz ha de ser muy superior a la del amplificador debido al uso frecuente de grandes dosis de distorsión en el amplificador.
Espero que te resolviera las dudas y no a verte aburrido.