Estimada amiga, ante todo paz y bien…
He leído atentamente su correo y hay muchas cosas que podríamos comentar pero solo me centraré en un par de ellas.
Mire usted, el estar enamorado es algo muy hermoso y bonito, pero a veces el enamoramiento nos hace soñar demasiado. Nos ilusionamos en demasía, fantaseamos, todo es maravilloso, etc. y muchas veces perdamos objetividad y claridad.
Amiga mía, Yo no voy a hablarle ni mal, ni bien de ese muchacho, tampoco voy a decirle que termine o continúe con la relación., simplemente voy a darle algunas consideraciones, para que las tenga en cuenta. ¡Obviamente! Si así usted lo cree conveniente.
Primero, Me parece que debe ir con calma y mucha prudencia, sería lo mejor. Vea bien, no hay apuro, no se apresure. Hay que conocerse bien. Unas cuantos SEMANAS no es nada, no es suficiente. Les falta mucho por conocerse.
Recién tiene SEMANAS y ya está pensando en matrimonio… en fin. Que no está mal eh!, pero que todo es a su tiempo... El pensar en el matrimonio a la primera, sería como que si brincara o saltara etapas. Etapas llenas de experiencias que le ayudara a discernir si se casa o no. Porque como te equivoques cargaras con ese error hasta la muerte. El matrimonio es hasta que la muerte los separe (Lo que Dios unió que no le separe el hombre). Si se casa apresuradamente y a locas, se estaría metiendo en algo que quizás no salga como usted pensaba y al final les traiga ambos muchas lágrimas, amargura y decepción.
La razón es simple, ¿no tener bases sólidas… Vaya con calma si?
Observe en que terreno anda y no se deje llevar por las emociones, la pasión o la impaciencia. No hay apuro. Ni nadie le pone una pistola en la nuca para que se apure. Mucha oración y prudencia.
El noviazgo (verdadero) es buen tiempo para evaluar y corregir lo que se tenga que corregir; Cambiar lo que se tenga que cambiar o dejar lo que se tenga que dejar. Para que correr! Para que apurarse!.
Más bien, conózcanse, respétense y cultiven la amistad sincera, la confianza, la comprensión, la ayuda mutua. Porque donde hay confianza, hay comprensión y respeto; y donde hay respeto y comprensión... hay una dócil correspondencia.
Por otro lado, debe tenerlo muy en cuenta que : “El ser humano es libre para practicar la religión que a él, en conciencia, le parezca bien”. No se puede forzar a nadie a una práctica religiosa; ni se puede impedir a nadie una práctica religiosa. Cada cual tiene que practicar libremente la religión que quiera. Porque la religión es algo espontáneo, que debe salir libremente de la propia voluntad del hombre. Nunca la práctica de la religión puede ser resultado de una coacción externa, Nunca.
Al hombre no se le puede coaccionar a practicar una religión, ni a que deje de practicar la que a él, en conciencia, cree o le parezca que deba practicar.
Pero eso sí, El hombre, tiene obligación de buscar y seguir a la VERDAD, sino estaría en la mentira; repito el hombre de buscar y seguir a la verdad, y la verdad plena se encuentra en la Iglesia Católica (que es otro tema aparte); No podemos contentarnos con una verdad fragmentada. Pues Las medias verdades son las peores mentiras, porque tienen apariencia de verdad.
Aptitudes como la que usted se encuentra tentada a seguir, son aptitudes que entraña un peligro muchas veces inadvertido y es el peligro para su propia fe. A veces el romanticismo nos pinta figuras fantásticas de nosotros mismos, héroes fantásticos que perseveran en la fe y convierten a multitudes con la palabra y el ejemplo. Pero la realidad nos despierta mostrando tantos y tantos horrores y concesiones en nombre del "amor".
Hemos aceptado la tentación de traicionar nuestras consciencias, comenzamos a ceder aquí, a renunciar a esto otro por evitar un conflicto, a dejar de lado aquello por no incomodar, o para que nos acepten. Y así sofismas, deformamos y olvidamos todas las obligaciones y derechos que en consciencia creemos en verdad. Faltando a la promesa de ser fiel a nuestra religión adoptando otra por enamoramiento de un hombre, ¿y lo que me dice mi consciencia? ¿Y el amor a la verdad?
No. Amiga mía, cambiarse de religión por un enamoramiento, no está bien; si una persona se cambia de religión debe ser por convicción, no por interés.
Si realmente la religión o la verdad es importante o tiene valor para usted, piense en esto: lo similar gusta de lo similar. ¿Cuánto amor verdadero puede haber entre quienes no tienen nada de similar en lo fundamental, en lo que les da sentido y finalidad en la vida? ¿Piense bien las cosas antes de hacerlas a la ligera?
Ore mucho, vaya al santísimo y pídale al Señor que la ayude e ilumine. Déjese iluminar y ayudar por el señor. Confíe en Dios y no se aferre a las cosas terrenas. Que Dios es todo poderoso que sabrá darnos muchísimos más cosas buenas que lo que nosotros queremos o pedimos. Solo hace falta confiar y darle un voto de confianza al Señor Jesús pensando que el sabio y bueno es El y que él sabe bien lo que nos conviene realmente.
Por favor, antes de tomar una decisión importante siempre, pero siempre consúltele primero al Señor, no haga nada sin antes no haber orado y reflexionado. Ni mucho menos haber encomendado antes sus caminos y opciones de vida al Señor.
Animo…Confía en Dios
Jesús te ama