La ERGE es una enfermedad que se produce cuando el reflujo gastroesofágico (RGE) ocasiona síntomas molestos, que deterioran la calidad de vida de los pacientes, o complicaciones. El RGE se define como el tránsito de contenido del estómago al esófago.
Es frecuente que los pacientes con ERGE tengan una hernia de hiato. En lasn hernias de hiato parte del estómago asciende a través del diafragma al tórax. La unión esofagogástrica se sitúa a nivel torácico, dificultando la función del esfínter esofágico inferior y favoreciendo la ERGE. La asociación de ERGE y hernia de hiato es frecuente, pero existen hernias de hiato sin ERGE y ERGE sin hernia de hiato.
Otro concepto que requiere aclaración es que la existencia de RGE no implica que exista una ERGE. En la población general “sana” se demuestra que existe RGE (RGE fisiológico), en general de baja cuantía y de breve duración, que cursa de forma asintomática o con síntomas leves bien tolerados, especialmente tras ingestas copiosas y sin ninguna complicación. La ERGE, como se ha referido previamente, se origina cuando el RGE ocasiona síntomas molestos o complicaciones.
La ERGE deteriora, por definición, la calidad de vida de los pacientes, pero no debe considerarse una enfermedad grave con el concepto habitual de este término. En la gran mayoría de los casos la enfermedad es leve o moderada, sin complicaciones preocupantes, controlable con hábitos de vida saludables y/o con tratamiento farmacológico, siendo imprescindible el tratamiento quirúrgico en una minoría de pacientes.
La mayoría de los pacientes con ERGE y esofagitis, tratados correctamente, mejorarán con el paso del tiempo.
La ERGE no es una enfermedad homogénea y el tratamiento deberá individualizarse dependiendo de la presencia de esofagitis u otras complicaciones, así como de la intensidad y presentación diaria u ocasional de los síntomas.
Para el tratamiento de la ERGE disponemos de las siguientes opciones: a) Medidas generales, b) Tratamiento farmacológico, c) Tratamiento quirúrgico y d) Tratamiento endoscópico.
Medidas generales. Debemos recomendar siempre una serie de medidas generales, potencialmente beneficiosas, que incluyan tanto hábitos de vida saludables como hábitos dietéticos. Mediante el cumplimiento razonable de estas medidas podemos conseguir el control de la enfermedad, especialmente en casos leves, que la enfermedad sea mejor tolerada o se requiera un menor consumo de fármacos. Los pacientes deben evitar el sobrepeso, las comidas muy copiosas, alimentos concretos que originen pirosis, el tabaco y las bebidas alcohólicas, las bebidas carbonatadas, zumos cítricos y acostarse en las 2-3 horas siguientes a las comidas. Los pacientes con síntomas nocturnos se pueden beneficiar de dormir con la cabecera de la cama.
Como ya está en manos del médico, tenga un poco de paciencia y siga sus instrucciones al pie de la letra.
Elevada.