Tengo duda en cuanto a mi religión ¿ Mis ideales en que apartado entra?
Las personas cuando me preguntan que religión soy, contesto que soy de cuna católica para evitar entrar en detalles. No me he puesto a investigar en que punto entro, no me considero a mi misma como atea aunque si lo manejamos literalmente "sin dios " se podrá decir que lo soy. Creo en el universo mismo, en la Tierra como un todo como un ser vivo al que hay que amar y respetar, la naturaleza etc. Creo en la amabilidad de las personas, en que somos energía y luz que transmitimos y percibimos. Y más que nada creo en "amar al projimo" .
3 Respuestas
Quiero decirte que debes seguir tal como te encuentras, sé la misma no cambies,(1Ctio.7:20) Dios te está compensando con gozo cuando ayudas cuando haces el bien y puedes distinguir una buena acción de una mala . Porque esas son las vivencias que deben establecerse en las personas sopladas por el Espíritu y donde te sientes libre de percibir la presencia de Dios _ Lotuyo es el comienzo y es bíblico no te encapsules en los preceptos bíblicos
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Muchas personas mo se hacen muchas preguntas en la vida, pero con las preocupaciones de la vida y este ir i venir tan estresante se le olvida con el tiempo.
Aquí entran en juego otras preguntas que quizá también le llemen la atención y están muy relacionadas como son:
“¿Para qué hemos venido al mundo? ¿Es esta vida todo lo que hay? ¿Existe Dios un creasor? ¿Cómo es Dios?”. Hace bien en pensar en estos temas, y es importante que no se dé por vencido hasta encontrar respuestas claras y confiables. Jesucristo, conocido por ser un gran maestro, dijo: “Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá” (Mateo 7:7).
5 Si usted ‘sigue buscando’ las respuestas a las preguntas importantes, comprobará que vale la pena el esfuerzo (Proverbios 2:1-5) Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, 2 de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; 3 si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, 4 si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, 5 en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios.
. A pesar de lo que otras personas le hayan podido decir, esas respuestas existen y están a su alcance. Se encuentran en la Biblia y no son complicadas. Lo que es mejor, nos dan esperanza y alegría, y nos permiten tener una vida feliz incluso en la actualidad.
Ahora la sabiduría que se encuentra en la palabra de Dios (la biblia) es superior a la del hombre humano inperfecto que somos, prueba eue es divina es que más de dos mil años que se termino de escribir, y sin embargo sigue siendo aplicable y contemporánea para todo quien la lee como usted.
Pero debe perseverar en buscar al Dios todopoderoso.
Poe ejemplo lo que usted hace se asemeja a una Ilustración :
(Mateo 13:44-48) ”El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que un hombre halló y escondió; y por el gozo que tiene, va y vende cuantas cosas tiene, y compra aquel campo. 45 ”Otra vez: el reino de los cielos es semejante a un comerciante viajero que buscaba perlas excelentes. 46 Al hallar una perla de gran valor, se fue y prontamente vendió todas las cosas que tenía, y la compró. 47 ”Otra vez: el reino de los cielos es semejante a una red barredera bajada al mar, y que recoge [peces] de todo género. 48 Cuando se llenó, la sacaron sobre la playa y, sentándose, juntaron los excelentes en receptáculos, pero tiraron los que no eran apropiados.
Uno busca y Dios hace que uno encuentre ese tesoro no es ni la intelijencia ni la sabiduría humana, Jehová el Dios Todo poderoso lee los corazones y es el quien nos acerca así lo dice (Juan 6:44) Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día.
Conteste la primera pregunta:¿Cómo sabe usted que existe un Dios?
Estimada Anónima
“PARA ser bueno no hace falta ninguna religión”, opina mucha gente. De hecho, hay un número considerable de personas honradas, bondadosas y responsables a las que no les atrae para nada la religión. Por ejemplo, aunque en Europa occidental la mayoría de los ciudadanos afirma creer en Dios, pocos acostumbran ir a la iglesia. Incluso en Latinoamérica solo el 15 ó 20% de los católicos va a misa todas las semanas.
Como tantos otros, usted quizás piense que la religión apenas contribuye a mejorar la calidad de vida. Por otro lado, seguramente sabe que en tiempos de sus abuelos la gente era mucho más devota. ¿Cómo llegaron a perder su gran atractivo las religiones? ¿Necesitamos pertenecer a una de ellas para ser buenos? ¿Hay alguna que nos ofrezca claros beneficios?
Quizás usted cree en la Biblia y opina que todo gobierno y toda persona deberían respetar el derecho de cada uno a pertenecer a un grupo religioso. Pero tal vez se pregunte: “¿De veras dice Dios que quienes desean adorarlo como es debido tienen que pertenecer a una religión organizada?”.
En una palabra: sí. ¿Por qué estamos tan seguros? Y ¿Da igual qué religión sea?
Para saberlo, examinemos el ejemplo de Jesús. ¿Pertenecía él a una religión organizada? La familia de Jesús y otros judíos acostumbraban ir al templo de Jerusalén para cumplir con los preceptos de la religión judía. Y Jesús, de niño, siempre los acompañaba (Lucas 2:41-43). Ya de adulto, se reunía con los demás judíos en la sinagoga para adorar a Dios (Lucas 4:14-16). Cuando le habló a una mujer que pertenecía a una religión diferente, le dijo: “Nosotros adoramos lo que conocemos” (Juan 4:22). Con estas palabras, Jesús dejó claro que él pertenecía a la religión judía.
Posteriormente, Jesús dijo que, en vista de que los judíos como nación lo rechazarían, Dios también rechazaría su forma de adoración corrupta (Mateo 23:33–24:2). Sin embargo, indicó que quienes desean adorar a Dios como es debido tienen que pertenecer a un grupo religioso organizado. Él mismo señaló a sus seguidores: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35). Si un discípulo de Jesús no se relaciona con sus hermanos en la fe, difícilmente podría demostrarles amor. De hecho, Jesús declaró sin rodeos que en el campo religioso existen solo dos caminos. Uno es “ancho y espacioso” y “conduce a la destrucción”. Por otro lado, “angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13, 14).
Está claro entonces que a Dios no le complace cualquier religión. La Biblia predijo que habría quienes “aparentar[ían] ser muy religiosos, pero con sus hechos negar[ían] el verdadero poder de la religión”. Y su consejo es: “No tengas nada que ver con esa clase de gente” (2 Timoteo 3:5, Versión Popular). Si averiguamos quiénes van por el camino que conduce a la vida y nos unimos a ellos, recibiremos mucho ánimo y apoyo ahora, y tendremos una maravillosa esperanza para el futuro (Hebreos 10:24, 25).
Con una visión profunda de la constitución humana, Jesucristo aseguró: “No de pan solamente debe vivir el hombre”. (Mateo 4:4.) También dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual”. (Mateo 5:3.) Su felicidad se debe a que son muy conscientes de su necesidad, hacen lo que deben para satisfacerla y experimentan la bendición de Dios. Sin embargo, el sencillamente pertenecer a una iglesia o asistir a algunos servicios religiosos no satisface la necesidad espiritual. La religión que es muy ritualista puede atraer las emociones, pero ¿proporciona soluciones realistas para los problemas de la vida? Aunque una religión propugne ciertos preceptos básicos bien fundados, ¿satisfará nuestra necesidad espiritual si no enseña cuál es el verdadero propósito de la vida? Más importante aún, ¿producirá la práctica de esa religión una buena relación con Dios? Sin ella, no puede haber verdadera satisfacción.
A este respecto, mucha gente está buscando algo que aún no ha encontrado.
¿Es necesario pertenecer a una religión organizada?
La mayoría de las organizaciones religiosas han producido mal fruto. Lo malo no es el hecho de que se organicen grupos. Pero muchos han promovido formas de adoración que se basan en enseñanzas falsas y que mayormente dan importancia a los ritos, en vez de proveer verdadera guía espiritual; han sido empleados incorrectamente, para controlar la vida de la gente con fines egoístas; han estado excesivamente ocupados en colectar dinero y en tener casas de adoración ornamentadas, en vez de dar atención a los valores espirituales; a menudo sus miembros tienden a la hipocresía. Es obvio que nadie que amara la justicia querría pertenecer a una organización de tal clase. Pero la religión verdadera está en contraste refrescante con todo eso. No obstante, para satisfacer los requisitos bíblicos, tiene que estar organizada.
Heb. 10:24, 25: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, no abandonando el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose.” (Para cumplir este mandato bíblico, hay que celebrar reuniones cristianas a las cuales podamos asistir con regularidad. Tal arreglo nos anima a expresar amor a otros, en vez de interesarnos solo en nosotros.)
1 Cor. 1:10: “Ahora les exhorto, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que todos hablen de acuerdo, y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar.” (Tal unidad nunca se lograría si las personas no se reunieran, ni se beneficiaran del mismo programa de alimentación espiritual ni respetaran la agencia mediante la cual se proveyera dicha instrucción. Véase también Juan 17:20, 21.)
1 Ped. 2:17: “Ténganle amor a toda la asociación de hermanos.” (¿Abarca esto solo a los que tal vez se reúnan para adorar en cierto hogar particular? De ninguna manera; se trata de una hermandad internacional, como se muestra en Gálatas 2:8, 9 y 1 Corintios 16:19.)
Mat. 24:14: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Para que todas las naciones tengan la oportunidad de escuchar las buenas nuevas, la predicación tiene que efectuarse de manera ordenada, con superintendencia apropiada. El amor a Dios y a sus semejantes ha hecho que personas de toda la Tierra hayan aunado sus esfuerzos para efectuar esta obra.)
‘¿Qué me importa Dios?’
Si a usted le perturba la conducta de algunas iglesias, tenga la seguridad de que al Dios todopoderoso también lo llena de indignación. La cristiandad, al igual que la antigua nación de Israel, afirma haber hecho un pacto con Dios; pero tanto la una como la otra le han sido infieles. Por eso, las siguientes palabras de desaprobación que Jehová dirigió a Israel son igualmente aplicables a la cristiandad: “Rechazaron mi ley. ¿Qué me importa el incienso de Sabá [...]? Sus sacrificios no me son gratos” (Jeremías 6:19, 20, La Biblia de Nuestro Pueblo). Dios no aceptaba el culto de aquellos israelitas hipócritas; no le interesaban lo más mínimo sus ritos y plegarias. Por ello les dijo: “Sus períodos de fiesta mi alma ha odiado. Para mí han llegado a ser una carga; me he cansado de llevarlos. Y cuando ustedes extienden las palmas de las manos, escondo de ustedes los ojos. Aunque hagan muchas oraciones, no escucho” (Isaías 1:14, 15).
¿Se complace Jehová en las celebraciones que las iglesias presentan como cristianas pero que en sus orígenes honraban a dioses falsos? ¿Escucha los rezos de clérigos que corrompen las doctrinas de Cristo? ¿Acepta las religiones que rechazan su ley? No le quepa la menor duda de que el ceremonial eclesiástico le causa la misma reacción que la ofrenda de sacrificios por parte de los israelitas, acerca de la cual dijo: “¿Qué me importa[?]”.
No obstante, a Jehová sí le importa, y mucho, la adoración de quienes le sirven con verdad y sinceridad, y se complace cuando le demuestran gratitud por todo lo que reciben de él (Malaquías 3:16, 17). Entonces, ¿se puede ser bueno sin adorar a Dios? Piense por un momento: si un hijo no hace nada por sus amorosos padres, difícilmente lo calificaríamos de bueno, ¿verdad? De igual modo, ¿puede alguien ser bueno si no hace nada por Dios? Lo lógico es que nos interesemos de todo corazón en el Dios verdadero.
Estimada anónima por ultimo vea este link la orientara mejor habla del tema ¿por qué cuestionar la religión
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Antes de responder tu inquietud, permíteme por favor hacerte un par de preguntas :
¿Qué quieres decir con que eso de ser una persona sin Dios?
¿Qué quieres decir con creer en la amabilidad de las personas y creer en el amar al prójimo?
Buen día
A tu primera pregunta si te refieres a : "literalmente "sin dios " se podrá decir que lo soy." lo manejo de manera etimológica atheós, a "sin" theós "dios" , en no creer en la existencia de una deidad. En cuanto a lo segundo pienso que cuando se ama al prójimo, no herimos, no matamos, no robamos, lo respetamos, que cuando esta a nuestro alcance extendemos la mano para ayudarlo. Creer en la amabilidad de las personas es creer en las personas buenas, así como hay personas buenas hay personas malas pero eso ya dependerá de nuestros estereotipos y creencias. He tenido la oportunidad de conocer personas cálidas que se han tenido sus vivencias y se han formado de manera agradable que buscan el bien para su prójimo, su familia, sus amigos.
Bien; en cuanto a tu comentario: tengo una duda con mi religión ¿mis ideales en que apartado entra?
Bueno, sus ideales entran en la escala de valores y ética que cada ser humano posee, independientemente que sea creyente o no, independientemente que practique o no su religión.
Ahora, debo confesar que su caso me resulta interesante e irónico al mismo tiempo, pues usted es una creyente y al mismo tiempo incrédula, pues no cree en una deidad (según sus propias palabras), sino en las cosas materias y sus leyes que la rigen (universo y la naturaleza).
Es decir, usted dice creer en el cosmos (universo) pero no cree en el Creador del cosmos, usted dice creer y amar a la naturaleza, y no cree en aquel que ha puesto esas leyes maravillosas que rigen la naturaleza, Realmente es interesante su caso.
Amiga, déjeme decirle que usted no está lejos de la verdad, repito es interesante que siendo usted inteligente, de sentido común y teniendo ojos, no vea al autor de la creación y de la naturaleza.
Usted, se ha dejado deslumbrar por la obra de arte, pero no ve o no reconoce al artista que está detrás de esa obra de arte; en este caso, llamada creación.
Sabía usted, que este cosmos (universo) que usted tanto admira y ama, comenzó; es decir, empezó a existir. Es más: sabemos la edad que tiene el Universo. Los científicos por distintos caminos han calculado que el Universo tiene cerca de los quince mil y dieciocho mil, millones de años.
Quizás a algunos les parezca mucho. No es mucho, porque antes había quien calculaba quinientos mil millones de años. Pero hoy nadie va por esa escala larga. Todos están por la escala corta, que es del orden de unos quince mil millones de años.
Esto es una verdad científica, esta verdad es conocida como el Big-Bang!, repito, el Big-Bang no es una teoría o hipótesis de trabajo, nooo, es una verdad científica.
Esta gran explosión que dio origen al cosmos, el Big-Bang, como dicen los anglosajones, ha sido confirmada por los radio-astrónomos, Wilson y Penzias, que han recogido las microondas de la explosión del momento de la Creación. Este hallazgo es considerado como «uno de los más importantes de la Astrofísica del siglo XX». Por ese descubrimiento, les otorgaron el Premio Nobel de Física.
Por tal razón, Hoy en Astrofísica, nadie excluye la idea de creación ¿Por qué?, porque todos los grandes astrofísicos contemporáneos aceptan la idea de creación.
Es decir, los hombres de ciencias o científicos que estudian el comienzo del cosmos comprenden que hace falta un Creador. ¿Por qué? Porque si este cosmos comenzó, necesitó de un Ser distinto del cosmos que puso en existencia al cosmos. Lógico, sentido común; es evidente de la nada absoluta, nada sale., pues todo lo que empieza necesita de otro para empezar a existir, es decir, todo lo que comienza, comienza por otro.
A este Ser distinto del cosmos, Creador del cosmos (y de todo lo que contiene) que le puso en existencia al cosmos, a este ser eterno le llamamos Dios.
El nombre es lo de menos, en ingles lo llaman GOD, en francés DIEU, en italiano DÍO, en griego ZEÓS, en hebreo YAVÉ, en árabe ALÁ, en ruso BOG; en todas las lenguas del mundo hay una palabra para llamar a ese SER ETERNO e INTELIGENTE creador del Universo (cosmos). Repito, a este ser eterno e inteligente le llamo DIOS.
Dios existe, amiga mía, Dios existe...
Por eso, dije al inicio es interesante e irónico al mismo tiempo, que pueda usted creer, valorar y amar la creación y a la naturaleza, y al mismo tiempo no creer y amar al creador del universo y de las leyes (puestas) en la naturaleza.
De todas formas, más allá de las consideraciones de sentido común y de las consecuencias de la recta razón, le propongo la gran apuesta de un gran físico y matemático francés Blaise Pascal.
Declaró que las dudas e indiferencias de un escéptico estaban superada por una apuesta: si Dios no existe, el escéptico no pierde nada por creer y actuar honestamente; pero si existe, las ganancias del escéptico serían infinitas, pues sería la vida eterna por creer y hacer el bien.
Pascal razonó que cualquier jugador sensato debe apostar siempre por Dios.
Esperamos con eso haberle motivado a investigar (aunque sea un poco) el pensamiento Católico.
Sin otro particular me despido, no sin antes recordarte que DIOS te ama.
Alabado sea Jesucristo.
Buenas tardes,
Le agradezco mucho su respuesta ha resultado muy interesante e investigaré sobre ello.
Muchas Gracias :) y Prospero Año Nuevo.
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