Sólo una exploración urológica o dermatológica te sacaría realmente de dudas, pues en principio cualquier mancha o erupción blanquecina en el pene merece ser investigada por el médico. Probablemente, sin embargo, sea una cosa sin mucha importancia, como las denominadas 'manchas de Fordyce' o pápulas perladas, lo que simplemente son una hipertrofia de las propias glándulas sudoríparas o sebáceas, sobre todo de la corona del glande, y por tanto no entrañan riesgo ni preocupación algunos, y parece que tampoco pueden eliminarse fácilmente, ni es recomendable intentarlo por cuenta propia (existe la posibilidad de quitarlas con criocirugía o rasurado quirúrgico); también esos granitos pueden deberse a una acumulación de esmegma, que es una fina película mezcla de secreciones del pene, sudor, suciedad, orina, semen, etc., y en este caso podrían quitarse aplicando una higiene más escrupulosa.
Otras posibilidades son: una afección denominada líquen plano o líquen escleroso, de origen no infeccioso, poco conocida y asociada a bastantes molestias como prurito; o una infección por hongos o candidiasis, propiciada por el exceso de humedad, calor e higiene deficiente en la zona; una infección por VPH o virus del papiloma humano (es contagiosa), que origina verrugitas o condilomas y que requiere tratamiento; otro tipo de lesiones, menos probables, pueden requerir la práctica de una biopsia para su análisis y diagnóstico.
Cuida la higiene del pene, lavándote con agua y jabón incluso por dentro de los pliegues prepuciales, mantén luego siempre la zona seca, libre de humedades, calor, sudor y restos de secreciones, y usa ropa interior limpia a diario, no ceñida y de algodón.
Fuente: Tu sexualidad.info