¿Puede un trabajador poner un micro en el trabajo?
Un trabajador intenta denunciar un acoso, en este caso inexistente, y creemos que ha puesto un micro en el sitio de trabajo, esta claro que al ver la denuncia injusta y que solo quiere sacar dinero, las conversaciones en la intimidad no tienen el aire adecuado, pero el trato hacia el es impecable para que no existan quejas ni se malinterprete nada. ¿Es legal que presente una grabación echa en el trabajo?
4 Respuestas
Si. En España el Tribunal Supremo ha emitido doctrina en la que la que considera que aunque la grabación se haya realizado sin autorización del interlocutor, y por tanto se grabó ocultándoselo y sin ser advertido de ello, tiene validez como medio de prueba, entre otras cosas porque:
- El autor participó en la conversación y tenía, por lo tanto, acceso legítimo ésta y además ya no se puede decir que sea secreta pues el autor de la grabación puede difundirla de palabra legalmente.
- No cabe alegar en contra el art. 24.2 de La Constitución ("derecho a no declarar contra sí mismo") pues éste derecho sólo es aplicable cuando trata con la policía o autoridad judicial directamente.
- En cambio el mismo art. 24.2 dice que dice que se pueden "utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa".
Cosa distinta es si la persona que presenta NO participó en la conversación que se intenta utilizar como prueba.
También estaría incurriendo en una ilegalidad si DIFUNDE dicha grabación.
No. Ese tipo de grabaciones está prohibido si no existe consentimiento previo de las personas involucradas. Ningún juez puede admitir ese tipo de prueba. Alguna vez se presentó ese tipo de problemas y el trabajador dijo: "disculpen un momento que voy a grabar" y sacando su cel continuó diciendo "ahora sí pueden continuar". Sus jefes de inmediato dejaron de hacer esa conducta con él.
Las personas pueden grabar cualquier conversación en la que estén involucradas, lo ilegal sería grabar una conversación de terceros sin el consentimiento de ninguno. Pero lo dicho, cuando una persona graba una conversación en la que participa sí es legal y un juez lo admite como prueba.