Si te colocas la inyección anticonceptiva dentro de los primeros siete días después del inicio del periodo menstrual, estarás inmediatamente protegida contra el embarazo (aunque la mayoría de los médicos recomiendan usar preservativo la primera semana).
A partir de la segunda aplicación, no hace falta el preservativo.
Estas inyecciones por lo general se aplican el primer día de la regla, y luego cada treinta días (entre 27 y 33 días). Si una aplicación se atrasara más de 33 días, el efecto anticonceptivo sería dudoso.
Las inyecciones subsiguientes no necesariamente se aplican durante el período menstrual sino, como se señaló, cada treinta días.
La inyección se debe aplicar respetando de manera estricta los intervalos. De lo contrario, disminuye el efecto contraceptivo.
La función de los anticonceptivos es impedir la ovulación, por lo que no hay días fértiles.
- La efectividad no se reduce en caso de diarreas y vómitos, como si ocurre con las pastillas anticonceptivas.