¿Qué peligros existen con el inmueble de un banco?
En vuestra experiencia, o por lo que haya salido en los medios de comunicación ¿qué peligros puede entrañar el adquirir un inmueble que en su día perteneció a un hipotecado y ahora pertenece a un banco?
Me refiero a amenazas, insultos, vejaciones, comisión de daños al inmueble en sí o por ejemplo a los vehículos del dueño actual, por parte de los deshauciados - lanzados, al ver que su vivienda la ha vendido el banco a otras personas por un precio irrisorio, en comparación con el precio de venta que los desahuciados - lanzados debieron admitir en su día, según la tasación que les hizo -en su día- del inmueble una empresa, probablemente compinchada con el banco que les concedió la hipoteca.
También si hay alguna manera de evitar esos peligros (bueno, y que no sea la no compra a la entidad financiera).