El aislamiento térmico no solo es para el frío, si no para el calor. Una vivienda bien aislada es más confortable en cualquier tipo de clima.
Si es obra nueva, la solución que yo más uso en la actualidad, y que da excelentes resultados sería:
En el interior un bloque de termoarcilla de 24 cm. Sobre la termoarcilla, por el exterior fijado, el aislamiento térmico. Si quieres cumplir la normativa a dia de hoy, necesitaras en torno a 12 cm. Así tienes una hoja con mucha masa (termoarcilla) envuelta en un aislamiento térmico. Será fresca en verano porque tardará en calentarse y cálida en verano porque tardará en enfriarse.
Una vez hecho esto, por el exterior, una fachada de ladrillo estandar, de 9 cm, con una cámara de aire entre el aislamiento y el ladrillo de al menos 4 o 5 cm.
Así, esa hoja exterior se calentará o enfriará, pero transmitirá muy poco al interior.
Si a esta fachada le incorporas una buena carpintería, y una cubierta con un buen aislante, tendrás una vivienda de primera con un confort térmico y acústico espectacular, tanto en verano como en invierno.
Invertir al principio en la obra, es siempre un ahorro a largo plazo, en energía eléctrica o calefacción y en la conservación de la obra a medida que pasa el tiempo.