La pintura térmica la he usado en interiores como media docena de veces, sobre todo para eliminar puentes térmicos en esquinas con pilares (columnas).
Su aplicación tiene su técnica ya que no sabría como definirla. Es una pintura demasiado espesa para aplicarla como pintura y demasiado líquida para aplicarla como pasta.
Mi opinión vistos los resultados es que o se consigue un espesor generoso (sobre 6 manos) o su efectividad es cuando menos cuestionable.
En la zona donde yo trabajo, la más fácil de encontrar es la de SOPGAL, pero hay más fabricantes. Ya digo que el resultado final depende más de un buen aplicador que del producto en si mismo, o al menos esa es mi conclusión después de 6 experiencias, donde en 2 ocasiones los resultados no fueron los más satisfactorios una vez pasado un invierno.
Sobre los productos para exterior, siempre que he realizado obras por el exterior han sido con sistema SATE o con fachada térmica, ya que si te pones a poner andamios y demás, el resto de soluciones son un poco "apaños".
Yo creo que lo que tu comentas es un proyectado en corcho con resinas (necesitas sobre 1Kg/m2 de producto) que luego se acaba con pintura. En un clima húmedo, como el de Asturias (por lo menos el de costa) o el de la costa de Galicia, no tengo claro que el corcho proyectado sea una solución con garantías de durabilidad.
Yo soy asturiano y he realizado obras de fachadas térmicas sobre todo en Gijón y con un clima húmedo y con un ambiente tan salino como el que da el Cantábrico, nunca me planearía un sistema de ese tipo.