Puede un comercial entrar en un edificio?
Si una proprietario abre la puerta del edificio a un comercial para que este le vende o ofrece sus servicios, este mismo comercial luego tiene el derecho de timbrar a todas las puertas del mismo edificio para vender su producto o publicidad, ¿o tiene que volver al portal y volver a timbrar a los otros vecinos?
Poliplos le ha respondido muy bien, estamos de acuerdo con su respuesta, no hay nada regulado por la ley en ese asunto ni nada estipulado. Así que si usted decide abrir la puerta del patio a algún comercial o a alguien que reparte publicidad o a alguna otra persona ajena a la Comunidad recae bajo su responsabilidad y es su decisión personal abrir o no. No se puede hacer más. Como se ha dicho anteriormente es de sentido común. Pero si no hay ningún cartel en el tablón de anuncios de su comunidad sobre este asunto deberían hablarlo en su próxima Junta de propietarios y aclarar el asunto y ponerse de acuerdo todos los vecinos.
1 respuesta más de otro experto
Eso es algo que no está regulado. Aún así, siempre es aconsejable que el que permite que una persona ajena acceda a la finca, se preocupe de tenerla controlada hasta el momento en que la abandone, para evitar posibles problemas. Puede usted comentar el asunto en una reunión de vecinos.
Las zonas comunes no es privado sólo para los vecinos, si yo dejó entrar una persona, esta misma tiene que irse y no ir a molestar los demás porque no tiene autorización, es decir cuando la he dejado entrar es para venir a mi puerta y de los demás no tiene porque quedarse en las zonas comunes
Hay una leye?
Ya le he indicado antes que no. La única sería el sentido común. Si yo permito entrar a alguien en mi comunidad, me responsabilizo de estar pendiente hasta que salga. Y como le decía antes, usted puede proponerlo en junta, para que lo incluyan ustedes en el reglamento interno de la comunidad. En ese caso, esa norma sí les obligaría a hacer lo que usted solicita. No obstante, resulta pico menos que imposible, en la práctica, hacer cumplir el reglamento a quien no quiere. Es lamentable, pero tristemente cierto.