¿Acero galvanizado para agua potable?
Voy a comprar un adosado que tiene 28 años. Me dicen que el agua fría va por tuberías de acero galvanizado. Agua caliente y calefacción por cobre. Y desagües PVC.
Sé que hay que evitar hierro y plomo por oxidación, peligros de salud, etc. Pero tengo dudas en cuanto al acero galvanizado ¿me recomedáis cambiarlo o las dejo así?
4 Respuestas
En muchas casas hay tuberías de esas, antes se hacían así todas las instalaciones. Si vas a hacer reformas si debes cambiarlas, sino no veo el porque.
Mi pregunta sigue siendo si el acero galvanizado supone los mismos problemas que el hierro (oxidación, residuos en el agua que bebes, etc.)
Con 28 años seguro que suelta residuos, siempre que picamos algún recrecido en el que hay tubos de esos cuando abrimos el grifo sale el agua sucia, con color a óxido.
Hay que evitar que se conecten directamente por el tema de electrolisis, sobre todo si va el agua de cobre a hierro, esto se soluciona colocando un antirretorno en donde se unan.
Yo te recomendaría cambiarlo mas que nada por motivos de seguridad, pues con 28 años estará a punto de romperse alguna tubería y tendrás una avería gorda, pues la tubería de galvanizado dura muchos años pero los extremos roscados se oxidan y se suelen picar con el paso de los años. Hay que valorar los riesgos y el desembolso a realizar
Después de mucho investigar la conclusión a la que he llegado es que lo único tóxico es el plomo, no es tóxico ni el hierro, ni el acero (galvanizado o no), ni el cobre, ni el polietileno (el marcado para agua potable, normalmente con una ralla azul).
Entre otras cosas yo tengo acero galvanizado antiguo en casa y el agua me sale cristalina, el problema de toxicidad es solo para el plomo (plumbosis). No lo voy a cambiar todavía. Aunque sí que es verdad que se acaba oxidando por dentro, pero aun así no es tóxica. Yo la tengo oxidada por dentro y el agua me sale cristalina, si te saliera sucia entonces sí deja de beberla.
Te están haciendo recomendaciones para que la cambies porque puede romperse en algún momento, pero tóxico no es.