Como toda acción de mejora de la gestión requiere una planificación, y la implantación de un sistema de indicadores no es tarea sencilla como pueda parecer a primera vista, sobre todo porque no es conveniente poseer índices o ratios exclusivos, de forma parcializada, unos departamentos sí y otros no..., ya que la información que aporta un indicador surge de la interrelación de los resultados que arrojan el conjunto de actividades o procesos.
Por tanto, no es posible precisar qué tipo de indicadores serían los más adecuados para analizar la situación de las distintas áreas, actividades o procesos que se producen en la empresa, sin conocer el objeto social de la empresa ni su actividad económica.
Dado que se apunta que sería en el seno de un departamento financiero, un primer dato para el conocimiento funcional de las actividades que desarrolla la organización está basado en el tiempo que tarda en completarse un ciclo entero de negocio (período de maduración). Es fundamental para efectuar previsiones de tesorería, elaborar presupuestos y conocer la estructura financiera.
A partir de esta idea clara en un departamento financiero, se inicia la planificación del sistema de indicadores de acuerdo a los siguientes tres grandes grupos de indicadores financieros:
- Ratios de solvencia: apalancamiento, liquidez...
- Ratios de rotación: clientes, proveedores, inventario...
- Ratios de rentabilidad: beneficio según recursos propios, según ventas, según compras...
Para ello es preciso lógicamente conocer el umbral de rentabilidad y la rentabilidad de las inversiones, si queremos hablar en términos de solvencia, liquidez, endeudamiento, rentabilidad económica, financiación propia o fondo de maniobra.
No siempre un departamento financiero debe crear los indicadores para sí mismo, sino que debe participar en crear el sistema de indicadores que afectan a otras áreas departamentales, por ejemplo:
- Significado de las compras respecto a las ventas.
- Significado de los costes departamentales respecto al valor total de ventas.
- Importe medio de las compras/ventas por pedido.
- Número medio de pedidos por proveedor.
- Rotación del stock.
- Relación existente entre devoluciones y, bien compras (proveedores) o bien ventas (clientes)
- Porcentaje de activos financiados a largo plazo, corto plazo o crédito comercial.
Por último, y en función de la actividad económica de la que se trate, es conveniente ampliar el sistema de indicadores diferenciando los exclusivos del departamento financiero, pero a su vez los adjudicados al área de aprovisionamiento, al de gestión de existencias, al de almacenamiento o al de distribución. Adjudicación que requiere un proyecto de implantación.
Un saludo.
Félix Sánchez
606632467.