Puede haber muchas razones para el cambio de comportamiento de tu gata, desde una infección en la orina hasta estrés por algún cambio en su ambiente. Lo primero de todo sería descartar un problema físico como una infección urinaria, que es una patología bastante frecuente en los gatos. Para ello tendrías que llevarla a un veterinario para una exploración adecuada.
Los gatos son extremadamente sensibles a los cambios en su hogar, desde los muebles, los miembros de la familia, una mascota nueva... Asegúrate que no hay nada que esté poniendo nerviosa a tu gata. A veces son cosas que nosotros ni nos damos cuenta, como que los vecinos tienen familiares en casa o hay un gato vagabundo que se acerca a tu casa de vez en cuando.