I. Hola.
ManuGranada, por mi parte sugiero que si los síntomas continuan dos días más te plantees solicitar un análisis de orina y heces en urgencias para confirmar lo más pronto posible si en realidad existe hepatitis y de qué tipo (A, B o C), pues cada vacuna se dirige a una clase concreta y es necesario saber en primer lugar cual tienes. En principio como bien has dicho todos los síntomas que describes son o parecen ser compatibles con este cuadro, pero podría tratarse de un cuadro distinto.
- Dolor o distensión en la zona abdominal.
- Orina turbia y deposiciones de color arcilla o pálidas.
- Fatiga.
- Febrícula.
- Picazón.
- Ictericia (coloración amarillenta de la piel o los ojos)
- Inapetencia.
- Náuseas y vómitos.
Lamento no poder concretar mejor, un poco de información sobre hepatitis. Ánimo.
http://www.quierosaber.org/ets/hepatitis.html
De esta enfermedad se conocen 5 tipos designados como A, B, C, D, E, algunos generan preocupación debido a los altos índices de morbilidad y mortalidad que conllevan, así como a su potencial para causar brotes y propagarse de forma epidémica.
La Secretaría de Salud (SSA) indicó que en particular, los tipos B y C son los que causan una afección crónica en los pacientes y son, en conjunto (y a la par con el alcoholismo), la causa más común de cirrosis y cáncer hepático.
Aunque a veces es asintomática o presenta pocos síntomas, la infección aguda puede manifestarse:
- El enfermo puede manifestar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).
- Orina oscura.
- Cansancio intenso.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Dolor abdominal.
- Heces fecales de coloración más clara.
La infección crónica con virus de hepatitis B y C, generalmente es asintomática durante muchos años.
En México para protegerse contra la hepatitis B existe una vacuna desde 1999, cuando se introdujo al Programa de Vacunación, y tiene una eficacia del 95% para evitar la infección tanto aguda como crónica, siempre y cuando se complete el esquema de tres dosis (al nacimiento, a los 2 meses y a los 6 meses).
La protección dura al menos 20 años pero generalmente es para toda la vida, y es por eso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda la dosis de refuerzo.
La Secretaría de Salud recordó a la población que la vacunación es muy importante en los recién nacidos, quienes deben recibirla dentro de las primeras 24 horas, luego del nacimiento, para disminuir el riesgo de transmisión de la madre al bebé.
Acciones de prevención para evitar infecciones
Entre las principales acciones de prevención para evitar infecciones de virus de la hepatitis están:
- Lavado de manos antes de comer y después de ir al baño.
- Desinfección con solución clorada de áreas de uso común, de contenedores de agua y en las escuelas.
- Usar agua hervida o clorada para consumo humano.
- Mantener medidas higiénicas al preparar alimentos.
- De preferencia no consumir alimentos en la calle.
- Aseo e higiene de sanitarios.
- Sexo seguro con uso adecuado del condón.
- Transfusiones de sangre segura. No usar agujas contaminadas.
- Evitar hacerse tatuajes y perforaciones en sitios insalubres.
- Aplicación de las vacunas correspondientes.
EL PANORAMA EN MÉXICO
En el país más de un millón 500 mil mexicanos padecen hepatitis crónica por virus C y sólo 5% se sabe portador porque fue detectado por alguna institución del sistema de salud.
Especialistas de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indican que la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) es la segunda causa de cirrosis hepática y el principal motivo de solicitud de trasplante de hígado en el país.
Cuando esa afección se diagnostica en forma temprana el virus puede erradicarse y lograr una curación, aunque el grado de lesión no es reversible, sólo disminuye la progresión de daño.
El VHC se replica en forma lenta y se puede contraer por transfusiones sanguíneas, uso de agujas contaminadas o falta de higiene en los materiales que se usan para tatuar o colocar piercings.
La hepatitis es un proceso inflamatorio del hígado en que existen virus hepatotropos que tienen selección, como las variedades A, B, C, D y E, y los dos únicos que derivan en formas crónicas del padecimiento son el B y el C.
Los mismos especialistas de la UNAM recomiendan a quienes nacieron entre 1945 y 1965 practicarse la prueba para descartar que sean portadores.
Añadieron que existe un tratamiento farmacológico y “es factible suministrar medicación antiviral específica en fases tempranas y en procesos avanzados de cirrosis es posible detener la enfermedad”.
Sin embargo aún no se cuenta con una vacuna para prevenirla y las únicas formas de hacerlo son mediante pruebas de sangre para tener un diagnóstico temprano.