Cada uno vende lo que quiere y cada uno compra lo que quiere. El problema viene cuando no se entienden entre lo que uno vende y otro compra.
Dicho esto, viene la pregunta:
¿Tienes presupuesto detallado? ¿Qué te dijo que venía en el pendrive? ¿Todas las fotos? ¿A qué calidad?.
En definitiva lo que viene ocurriendo es que hay fotógrafos que bajan el precio de todo el paquete, para atraer al cliente y luego te tienen "pillado", porque has de pagar por las copias lo que no has pagado por el album.
Cuando un fotógrafo hace un reportaje de boda, lo que se ve es lo que te da, el album, las copias, otro album, una ampliación, etc. y lo que no se ve, son las horas de trabajo que hay detrás de ello.
Al final, lo que te cobra es el material y la mano de obra, como cualquier profesional.
Cuando vas a un garaje te cobran la mano de obra y las piezas. A todos nos parece que el precio de la mano de obra es desorbitado, pero entendemos que de ahí se paga lo que cuesta abrir la puerta del taller todos los días, impuestos, luz, agua, local, maquinaria, herramienta, etc. etc.
En el caso del fotógrafo pasa lo mismo, pero no nos cobra las horas que ha dedicado a la venta y presentación, preparación del equipo, toma fotográfica, selección y retoque, maquetación del album, desplazamientos, presentación y entrega, etc. Y nos parece que sólo pagamos el material, que es lo tangible, básicamente el album. Y por ello nos parece desorbitado el precio de un simple libro con fotos.
En muchos casos, si fuera a echar cuentas, al fotógrafo le sale la hora de trabajo a un precio ridículo.
Una forma de recuperar lo que no han cobrado, es esperar a las segundas copias, ya que cada familiar quiere tener unas cuantas fotos de recuerdo y de esa manera consiguen amortizar todo el trabajo realizado. Esto tiene una segunda lectura y es que puede ser que la avaricia rompa el saco, ya que pensando en que van a tener mucha venta de copias, resulte que no tengan ninguna y de alguna manera pierdan dinero. Por ello algún fotógrafo, viendo que se le quedan las fotos ocupando sitio en su disco duro y con la certeza que no va a sacar un € más, haya pensado que es buena idea, vender todas las fotos, que por cierto, ya le ha dedicado su tiempo a retocar, en un pendrive, sacar un dinero fijo, que a lo peor no iba a ganar con las copias, y amortizar de alguna manera su trabajo, olvidándose del "rollo" que supone que cada tío, primo y demás familia pase por su tienda para ver todas y pedir una foto.
Ese concepto de "esto es mio", viene de que históricamente se guardaban los negativos como oro en paño y no había ningún fotógrafo que te los vendiera.
Dicho esto, y tras disculparme por el rollo, te diré que volviendo a la pregunta inicial, debes tener seguro que es lo que te vendió y que es lo que le pagaste a la hora de depurar responsabilidades.