En primer lugar decirte que no soy medico, aunque si tengo amplios conceptos de medicina. Si por cualquier circunstancia, un medico dijese que alguno o algunos de mis planteamientos son erróneos o equivocados, se estará a lo que diga ese medico, no a lo que diga yo. En segundo lugar, decirte que no tengas ninguna duda en consultarme cualquier problema, tanto si es una vez, como si son dos, o si son cinco mil, siempre estaré dispuesto a ayudarte, como lo haría cualquier compañero del foro. Para mi es una satisfacción el prestarte ayuda. El problema lo tengo claro. Esta situación es común a un elevado numero de hombres casados. Pero esto no tiene que servirnos de consuelo. Los hombres, desde el punto de vista biológico somos polígamos, cosa que no sucede con las mujeres. Aunque esto es un concepto de carácter general porque siempre hay excepciones. El problema hay que solucionarlo a toda costa, porque esta en juego tu matrimonio y además afirmas que tu esposa es una gran persona, por lo cual hay que redoblar los esfurzos para mantener tu matrimonio. El haber tenido relaciones con otras mujeres antes del matrimonio, te ha producido alteraciones psíquicas, que están enquistadas en tu cerebro. Los hombres separamos el sexo del amor, cosa que no hacen las mujeres. Si tu te hubieses casado con alguna de las mujeres con las que has tenido relaciones sexuales satisfactorias y con las que ahora te gustaría volver a tenerlas, seguramente la situación seria la misma, que la que estas teniendo ahora. Generalmente, aunque no siempre, a los hombres nos suelen gustar un tipo de mujeres, para tener relaciones sexuales, y otro tipo de mujeres para casarnos. Los hombres vemos el mundo de dos maneras distintas, una antes de eyacular y otra después de la eyaculación. En la primera se ve el mundo de una forma equivocada, debido a la actuación de las hormonas en el cerebro. La segunda es la que nos da una visión real de la vida. La rutina y la facilidad para tener una relación sexual en el matrimonio, son perjudiciales para mantener la llama de la pasión. Estimo que el problema, debemos solucionarlo por procedimientos físicos, es decir, sin tener que acudir a una terapia de sexólogo o psicólogo. Mi primer consejo es que dejes totalmente la masturbación. Si quieres masturbarte, mejor que te lo haga tu esposa, no tu. En ocasiones, se habla de la masturbación, como una cosa positiva. Yo discrepo frontalmente de esta afirmación. La persona que se masturba, lo hace pensando en una serie de situaciones ideales, pero ficticias, y luego cuando pasa a tener una relación sexual real, resulta que, esta no es tan maravillosa como la que había idealizado en la masturbación, y entonces fracasa. Al eliminar la masturbación, vivirás el mundo real y además aumentara tu apetito sexual, cosa muy positiva, tanto para ti como para tu esposa. También debes procurar comer alimentos que incrementen el apetito sexual, como las ostras, el jamón, el chorizo, así como como los alimentos que tengan vitamina E. En este sentido es muy bueno el aceite de germen de trigo, de primera prensada en frio, que tiene un elevado porcentaje de vitamina E. Cuando salgas a la calle no mires a las mujeres. No veas pornografía. Procura tener la mente ocupada, evitando sobre todo el pensar en mujeres. Dile a tu señora que no ande desnuda por la casa y dile que te resulta más provocatico que ande vestida y con ropa ceñida. Y a poder ser que este siempre maquillada, como si iría a salir a la calle. La cosa es que a ti te provoque. Cuando salgáis a la calle, llevala del brazo y no mires a ninguna mujer. Aunque te cueste de momento mantener relaciones sexuales con ella, procura darle toda la satisfacción posible, con carias, besos y utilizando la lengua en sus partes más erógenas. Aunque tengas que esforzarte. No se el dialogo que habrás mantenido con tu esposa, sobre este tema. Pero si no lo has hecho, yo de momento no lo haría. También podrías ir a hablar con algún sexólogo o psicólogo, por si te puede dar alguna técnica, que yo desconozca. Mantenme informado sobre la situación, hasta solucionar el problema.